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PRESENTE Y FUTURO DEL MONTE ABANTOS E INCENDIOS FORESTALES: LA INTERFAZ URBANO-FORESTAL

 


El monte Abantos se encuentra en una situación preocupante. Veinticinco años después de sufrir un incendio impresionante que arrasó 425 hectáreas, ni se ha regenerado la parte quemada, ni se ha intervenido en la parte del bosque que no se vio afectada.

El pasado mes de agosto, Entorno Escorial organizó un acto dedicado a plantear el futuro del bosque de Abantos. Se presentaron videos sobre el incendio e información sobre la situación de riesgo del pinar y la necesidad de medidas reales de gestión forestal. Entorno Escorial aboga por las propuestas en el Plan de Ordenación del Monte La Jurisdicción (2015-24) para convertir este monte público en un bosque mixto y más resiliente al fuego — mediante actuaciones como vallados para fomentar la regeneración natural, clareos y plantaciones de árboles autóctonos. Por desgracia estos objetivos no se han cumplido por la falta de presupuesto de la Comunidad de Madrid.

El conferenciante invitado Domingo Molina, doctor ingeniero de Montes, profesor titular de la Universidad de Lérida y director de la revista Incendios y Riesgos Naturales, señaló varios puntos muy clarificadores. Los factores climáticos para el potencial riesgo de que se produzca un incendio forestal son los días transcurridos desde la última lluvia, la humedad relativa, la velocidad y dirección del viento y la temperatura. A nivel de divulgativo, se habla de la regla del treinta. 30 días sin llover, una humedad relativa menor del 30%, una velocidad del viento mayor de 30 m/s, y más de 30º de temperatura.

Las condiciones climáticas que se daban el 20 de agosto de 1999, cuando se produjo el incendio, no eran potencialmente peligrosas. Las últimas lluvias se habían dado doce días antes, la humedad relativa era del 42%, el viento de dirección sur, pero que no era una masa de aire sahariano, tenía una velocidad de 15 m/s y la temperatura era de 26º. Todos ellos valores por debajo de los considerados de riesgo. Esto quiere decir, que el conato de incendio que no pudo controlarse a tiempo, y que dio lugar a la propagación del incendio, alcanzó su magnitud y extensión debido al mal estado del pinar. Como dijo Molina, un pinar que no se había gestionado adecuadamente, con árboles en contacto unos con otros, no necesitaba mucho para quemarse.

En España, las masas forestales crecen y cada vez están más densas. Trabaja poca gente en el medio rural y poca gente en la gestión forestal. El fuego forestal crece y el agrícola también. Para evitarlo hay que intervenir de manera significativa en el territorio haciéndolo rentable y sostenible. Poniéndolo en uso y apoyando como consumidores los productos que se trabajen en estos huertos, campos y bosques

Si los bosques estuviesen bien gestionados, el fuego sería un agente que formaría parte de la dinámica del bosque y se podría dejar correr los fuegos de poca intensidad haciendo lo que se llama “podas térmicas”, despejando las partes bajas de ramas hasta cinco metros y matorral.

La gestión forestal debe hacer tratamientos significativos en el territorio. Cambiar de una situación comprometida a otra que no lo sea. Pero hoy, lo que se hace no es gestión forestal, a un coste razonable, sino que se abordan intervenciones de poca entidad y a precios que son de jardinería y no de gestión selvícola.

Hay mecanismos. La administración podría ser proactiva contratando a agricultores que aún está en activo para que también cultivasen las tierras abandonadas. La administración puede expropiar o imponer servidumbres por interés público.

El incendio de Abantos tocó dos urbanizaciones, la Pizarra y la urbanización Felipe II. Ambas urbanizaciones, que están separadas del núcleo de San Lorenzo de El Escorial, son las típicas urbanizaciones en pendiente, construidas sobre la falda del monte y rodadas de bosque. Pero esta no es una situación excepcional en el núcleo de San Lorenzo. La ciudad bosque de Abantos, de más antigüedad, se levanta también en medio de un pinar y en contacto directo con el bosque del monte del Romeral y Monte Cerrado. Todo el límite superior del pueblo se puede considerar como interfaz urbano forestal.

Es necesario tomar conciencia de que el riesgo de un gran incendio en el Monte de la Jurisdicción es una situación, que lamentablemente, es de alta probabilidad.

Y en ese escenario ¿Cuál es la situación de las casas? ¿Es posible contribuir a evitarlo y estar preparados para esta eventualidad?

De acuerdo con lo que explicó Domingo Molina. Las casas no se queman tan fácilmente. Por lo general transcurren hasta dos o tres horas desde que llega la primera pavesa hasta que se produce un incendio en las casas. Si una casa y su jardín están bien mantenidos, en el caso de un incendio, hay que refugiarse dentro de la casa cerrando puertas y persianas. Así no entra el fuego. En una evacuación, si no se cierran puertas y persianas entrará el incendio por los vanos que sean susceptibles, con una cierta radiación térmica se romperá el cristal.

Sin embargo, si alrededor de la casa, hay acumulación de lo que se llama coloquialmente “marraneo”, restos de limpieza del jardín, leña, otros restos de materiales o mobiliario de jardín, especialmente si es de plástico, pueden perderse las casas, aunque no se trate de un gran incendio.

En la interfaz urbano-forestal es muy importante contar con casas seguras. Afortunadamente, hay mucho conocimiento y experiencia acumulada al respecto y existen muchas guías indicando los elementos de riesgo. Por ejemplo, Greenpeace tiene una guía muy completa y un cuestionario que ofrece unas recomendaciones esenciales a tener en cuenta. (links más abajo).

En urbanizaciones en ladera, siempre que se pueda, interesa posicionar la casa retranqueada de la pendiente ya que pendiente facilita la propagación del fuego. El uso de muros para crear saltos del terreno y cortar la pendiente es muy interesante. La pendiente del terreno se corta con un muro de piedra, que frena la corriente convectiva caliente que viene con la pendiente, y la desvía hacia arriba. Verticaliza la corriente convectiva.

La casa, debe tener un mantenimiento periódico. Especialmente el tejado, retirando pinochas de pino y restos de hojas sobre su superficie y sobre los canalones, y evitando en la proximidad de las ventanas la acumulación de leña y de matorrales demasiado espesos o de ramas de árboles.

Se debe observar un equilibrio respecto a la vegetación y es recomendable que la administración establezca normas al respecto. Por ejemplo, en California del Sur, hay este tipo de normas respecto a la vegetación. Así, los servicios de extinción pueden considerar. “zona defendible” un jardín si se han respetado las normas.

Entorno a la casa se deben establecer franjas de acuerdo con un criterio de riesgo. Más precauciones en los dos primeros metros del perímetro de la casa. A menos de diez metros, la zona tiene que estar ajardinada, es decir, árboles aislados en grupos de dos o tres, podados hasta cinco metros y suelo desbrozado y limpio de restos vegetales. Hasta veinticinco metros, el jardín puede ser más natural, pero retirando todo lo muerto. Evidentemente, el riesgo es el mismo, aunque el radio de veinticinco metros alcance un terreno que queda fuera de una propiedad, y en ese caso es una cuestión que debería abordarse, con la colaboración entre vecinos y desde el conjunto de las urbanizaciones estableciendo normas para asegurar que todos estén protegidos.

En resumen, se trata de un problema con muchas aristas que tiene que enfrentarse desde varios frentes. Las principales conclusiones sobre cuáles son las necesidades y la forma de abordarlas para Domingo Molina serían:

a)         Necesidad de planificación urbanística integral, con exigencia normativa en cuanto a autoprotección

b)         Necesidad de priorizar viviendas como refugios seguros y en segunda opción considerar la evacuación

c)         No focalizar los esfuerzos en contar con más cantidad de medios de extinción sino en la gestión integral con profesionales bien formados “forestalizándose”. Los servicios de bomberos tienen que avanzar en este tipo de formación.

d)         Educarnos a convivir con el fuego, como, por ejemplo, en otros lugares a se educa a convivir con los terremotos, almacenando comida y bebida para tres días en zona segura.

 

 

 

GUIAS, CUESTIONARIOS Y RECOMEDACIONES

https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/informes/protege-el-bosque-protege-tu-casa-informe-ampliado/

https://es.greenpeace.org/es/noticias/esta-tu-casa-preparada-en-caso-de-incendio-calcula-el-riesgo/

https://riesgodeincendios.org/

 

 

LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES EN TIEMPOS DE COLAPSO CLIMÁTICO

 

El perímetro del incendio de 1999

El jueves 22 de agosto organizamos un acto en la Casa de Cultura de San Lorenzo con el título ‘El monte Abantos: veinticinco años después’. Aquí un breve resumen.

 

Comenzamos con un vídeo del incendio de 1999, con impactantes grabaciones que realizó un socio de Entorno Escorial. Luego un representante del grupo comentó la preocupante situación actual del Monte La Jurisdicción (el Monte Público N.º 46). Es un pinar de plantación, envejecido y con poca regeneración natural que es vulnerable a las plagas y los incendios. Se comentó el informe que publicó Entorno Escorial el pasado enero, que critica la falta de gestión forestal y del cumplimiento del Plan de Ordenación (2015-24). Cuando nos reunimos en marzo con la directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal de la CM, nos dijo que se abordaría el problema de raíz, la falta de financiación, y también nos dijo que saldrá un Plan de Ordenación revisado en unos meses. A continuación, presentamos un breve vídeo sobre los problemas actuales de Abantos, como el aumento de la presión humana, las plagas y la transformación de la zona quemada en un gran matorral.

 

Por desgracia, a media tarde hubo un gran incendio de pasto en Tres Cantos y no pudo asistir el ponente Antonio Pérez Crespo, jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid. Nos habló solo Domingo Molina Terrén, doctor ingeniero de montes y coordinador de un máster sobre incendios forestales. Domingo comentó el incendio de Abantos que afectó dos zonas urbanas en San Lorenzo de El Escorial. Explicó técnicamente los factores que determinan que un incendio forestal se considere Gran Incendio Forestal (GIF). Opinó que, para la prevención de incendios, es importante tener cuadros profesionales y abogó por la gestión de los montes y campos sin explotar y con grandes cantidades de vegetación. Propuso ayudas de las administraciones para lanzar estas explotaciones y pliegos realistas para que sean rentables para las empresas, que a su vez revitalizarían las economías rurales. Al mismo tiempo subrayó la importancia del consumo de productos locales, algo que podría dar la vuelta al abandono del campo en España.

 

Luego Domingo Molina entró en detalle sobre la protección de las casas y zonas urbanas en el caso de un incendio forestal, sacando interesantes ejemplos de Canarias y California. Mencionó la importancia, en casas rodeadas por bosques, de reducir la vegetación en los jardines, especialmente las especies muy inflamables, como las arizónicas, y dejar un perímetro con poca vegetación. En el caso de un incendio, el dueño tiene entre dos y cinco horas para actuar si están bien cerradas todas las puertas y persianas. Subrayó la responsabilidad individual que tienen los propietarios en estos casos para evitar riesgos y evitar imprudencias como apilar leña al lado de la casa o dejar el tejado lleno de pinacho y hojas secas, o el peligro del mobiliario de plástico que desprenda gotas candentes.

 

Después de su charla hubo una ronda de preguntas y comentamos temas como las siegas de las parcelas en El Escorial y el mejor momento para hacerlas, el gran peligro de las motos en el monte (un problema grave en Abantos) y el cierre de la pista forestal de Abantos al tráfico. No tuvimos tiempo para comentar en profundidad la gestión forestal del Monte La Jurisdicción y el impacto negativo del colapso climático, algo que haremos en otro momento.

 

Colgaremos la grabación del acto en unos días en nuestra cadena de YouTube: https://www.youtube.com/@entornoescorial1243

 

 

Domingo Molina Terrén, el ponente del acto

 

LA PLANTACIÓN DE ABANTOS TRAS EL GRAN INCENDIO CONTRIBUYÓ AL FRACASO DE LA REFORESTACIÓN, PERO HAY MOTIVOS PARA EL OPTIMISMO

 

Después del incendio: foto de Carlos González Ximénez

La zona del Monte La Jurisdicción quemada por el incendio de 1999 fue de 115 hectáreas y su recuperación ha sido objeto de dos estudios 1/2. Sin embargo, en ninguno hay mención del impacto de las operaciones forestales que comenzaron en el otoño de 2000. Tras el incendio hubo una importante regeneración del pino resinero (Pinus pinaster), una especie bien adaptada al fuego3. Por desgracia, gran parte de estos brinzales fueron destruidos por las operaciones forestales de la Comunidad de Madrid y la misma plantación de pinos sufrió una elevadísima mortalidad. El resultado ha sido que, veinticinco años más tarde, la zona quemada se ha convertido en un matorral con solo un 15% de pinar joven2. Entonces se puede concluir que la misma plantación ha sido un factor decisivo en la fallida reforestación del monte público.  

Durante el verano del 2000 hubo una sequía estival que afectó los pinos regenerados, pero cuando empezaron las operaciones forestales para retirar la madera quemada en el otoño de 2000, había pinos de unos 10-15 cm, algunos más. Estas plantas, que habían sobrevivido al incendio, hundían sus raíces en un suelo quemado y lavado, pero no destruido. Aunque las capas superiores no fueran gruesas mantenían su estructura tras el incendio en la mayor parte de la superficie quemada. El éxito de esta regeneración natural dependió de factores como el grado de intensidad del incendio en distintos lugares, su efecto sobre la capa de mantillo y hojarasca del suelo y fue peor en las zonas más pedregosas y con afloramientos de rocas1.

A partir del septiembre de 2000, un año después del incendio, comenzaron las operaciones forestales que costaron 405.668€ para la eliminación de residuos y 306.516€ para la reforestación5. Al pasar el bulldozer con la reja de más de 50 cm buscando un buen subsolado para la nueva plantación, aplastaron todos los pimpollos y arruinaron la fina capa de suelo existente que había soportado la viabilidad del semillado, incapacitándola para otras siembras. Por otra parte, las plantaciones tampoco fueron muy cuidadosas, con muchos plantones mal enterrados en un suelo pedregoso tras la rotura de horizontes del subsolado. Al año siguiente a la plantación prácticamente no había supervivientes.

Más tarde la Comunidad de Madrid realizaron otra plantación pequeña, esta vez de frondosas como melojo, fresno y arce de Montpellier y con agujeros hechos a mano, en la zona entre los arroyos de La Cruz y el Barrancón. También murieron muchos árboles, pero sobrevivieron los suficientes para crear una zona de biodiversidad colindante a la plantación que Entorno Escorial y ARBA Sierra de Guadarrama mantienen desde 2004. Ambas experiencias demuestran los retos de la reforestación en Abantos, especialmente por las sequías estivales agravadas por el colapso climático. Sin embargo, se ha visto que es posible reforestar con ahínco y con los métodos apropiados.

Los primeros hechos que sucedieron tras el incendio son importantes para entender lo que sucedió después y la situación actual: antes del incendio (1998), en la zona quemada había un 85% de pinar maduro y solo un 3 o 4% de matorral. Más de veinte años después (2020), solo había un 14% de pinar joven y más de 80% de matorral2. Es claro que no conocemos cómo habrían evolucionado los pinos surgidos de las semillas del incendio, pero que estuvieran vivas el segundo verano1 a pesar de la aparente fragilidad de su parte vegetativa hacía avistar el futuro con cierto optimismo.

A la espera de la renovación del Plan de Ordenación del Monte La Jurisdicción (2015-2024), esperamos que el ‘cambio de paradigma’, que nos comentó en marzo la directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal de la CM5 — además de una mejora de la financiación— puedan impulsar las medidas forestales necesarias en Abantos como las siembras y plantaciones, las cortas y los acotamientos temporales para fomentar la regeneración forestal y el tratamiento sistemático de las plagas. Ante la gran amenaza del cambio climático, la única manera de asegurar la supervivencia de nuestros bosques es una fuerte inversión pública en gestión forestal — para transformar poco a poco los pinares en bosques mixtos, más resilientes y con mucha más biodiversidad6.

 

1 Madrigal, J. et al (2005) ‘Regeneración post-incendio de Pinus pinaster Ait en la Sierra de Guadarrama (Sistema Central, España) – modelos descriptivos de los factores influyentes en la densidad inicial y la supervivencia.’ Investigación agraria: sistemas y recursos forestales. Vol 14, nº 1.

2  Enríquez de Salamanca, A. (2023) ‘Dynamics of Mediterranean pine forests reforested after fires’ Journal of Forestry Research 34 (1)

3 SINC (2008) Los bosques de pinos resineros se regeneran muy rápido después de un incendio forestal (17/07/2008)

4 20 Minutos 20/08/2009

5 La comunidad debe financiar los planes de la DG de Biodiversidad para la gestión forestal en Abantos

6 En la asamblea de Madrid pedimos inversión en gestión forestal para frenar el deterioro del Monte Abantos (mayo 2024)

 

UN ESTUDIO REVELA LA PÉSIMA RECUPERACIÓN DEL MONTE ABANTOS DEL INCENDIO DE 1999 Y SU FUTURO INCIERTO

 


 

Un estudio* del ingeniero de montes, Álvaro Enríquez de Salamanca (coautor del Plan de Ordenación del Monte La Jurisdicción 2015-2024) demuestra claramente el fracaso de la reforestación de la zona quemada del monte público (115 ha), debido a la muerte de los pinos plantados tras el incendio y la falta de la regeneración natural a lo largo de los años. Enríquez aboga por una gestión forestal para lograr la recuperación de la zona quemada y para aumentar la resiliencia de todo el bosque.

 

El análisis de la zona afectada por el fuego es demoledor y demuestra la desaparición casi total del pino albar (Pinus sylvestris) y laricio (Pinus nigra), y una recuperación muy parcial del resinero (Pinus pinaster) (ver mapa arriba). Sí ha habido algo de regeneración de encina (Quercus rotundifolia), pero no lo suficiente para constituir un bosque. El balance total es catastrófico. Antes del incendio (1998), en la zona estudiada había un 85% de pinar maduro y solo un 3 o 4% de matorral. Más de veinte años después (2020), solo había un 14% de pinar joven y más de 80% de matorral.

 

Es muy serio que una gran zona de un bosque tan emblemático como La Jurisdicción se haya convertido en matorral. Más preocupante todavía son las conclusiones de Enríquez sobre el conjunto del bosque; la falta de regeneración natural condena a este pinar envejecido a desaparecer si no se actúa ya. Concluye que «si no se tomen medidas, desaparecerán los pinares (en España) que serán reemplazados por matorral». Se queja de que se gaste mucho dinero en extinguir y prevenir los incendios con medidas como los cortafuegos, pero «se presta poca atención a aumentar la resiliencia (de los bosques)». «Hay que lograr la regeneración natural con la modificación de las especies principales si es necesario, además de asegurar la presencia de especies que se regeneren en el sotobosque.»

 

Este estudio coincide con los argumentos de Entorno Escorial y nuestra campaña actual para lograr una gestión forestal más que testimonial en nuestro monte (y en todos los montes públicos de la Comunidad de Madrid). Parece evidente que, si las administraciones públicas no gastan dinero para salvar nuestros bosques, mediante su conversión en bosques mixtos más resilientes, vamos a quedar sin ellos, — con todo lo que implica para nuestra propia supervivencia.  

 

 

 

* EnríquezdeSalamanca, A. (2023) ‘Dynamics of mediterranean pine forests reforested after fires’ Journal of Forest Research 34: 345-354 (La dinámica de los pinares mediterráneos reforestados tras los incendios)

Citas traducidas por Entorno Escorial

ENTORNO ESCORIAL MUESTRA SU PREOCUPACIÓN POR LOS REPETIDOS CONATOS DE INCENDIO EN EL ESCORIAL, SIETE EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS

 

La parcela municipal de Santa Teresa (Los Arroyos) sin desbrozar (08/24).

El reciente conato en Abantos (más información) volvió a recordarnos nuestra gran vulnerabilidad a los incendios forestales. También estamos preocupados por la reciente serie de conatos en distintos lugares de El Escorial. Como San Lorenzo, la Villa es zona de alto riesgo de incendios (ZAR) y no entendemos que haya suelo municipal tan descuidado y que se den permisos para los fuegos artificiales durante épocas de  alerta de incendios. 

 

Los conatos este verano:

- El primer conato se produjo el pasado 7 de junio, en el km 3 de la carretera M-533, dentro del término municipal de El Escorial. Casi simultáneamente, se produjo un segundo conato dentro ya del término de Zarzalejo.

- Pocos días después, el 16 de junio, se desencadenaron dos focos distintos en la zona de El Ensanche, donde tanto vecinos como agrupaciones municipales han denunciado en repetidas ocasiones la acumulación de basuras, vertidos y restos de botellón. Existen también numerosas parcelas sin desbrozar.

- Por último, el pasado 22 de julio, a lo largo de las vías del tren, dentro de la Villa, se produjeron cuatro focos separados por algunos metros, originados al parecer por la chispa de un tren de mercancías. Estos conatos se acercaron peligrosamente a la zona comercial y a los bloques de viviendas cercanos a las vías y obligaron a cortar durante varias horas las líneas C8 y C10, así como los trenes de media distancia.

Todos estos conatos, algunos muy sospechosos, en los que no es descartable el gamberrismo o la intencionalidad, fueron rápidamente sofocados por la inmediata intervención de bomberos y protección civil. Según se comunicó desde el Ayuntamiento, se estaban llevando a cabo las investigaciones necesarias para determinar sus causas.

 

Una zona de alto riesgo:

Dada la extensión territorial del municipio, en el que existen tres unidades territoriales diferentes (La Villa, Navalquejigo y Peralejo), divididas a su vez en varias urbanizaciones, algunas sin recepcionar por el Ayuntamiento (Alcores y Pinosol en Peralejo, antiguo asentamiento y Montencinar en Navalquejigo y varias parcelas en El Ensanche) y la amplia zona de interfaz urbano-forestal resultante, es fundamental una gestión municipal eficiente y clara para los vecinos. Los propietarios deben ocuparse del desbroce de sus parcelas, pero el Ayuntamiento debe acometer los de las zonas comunes y retirar de inmediato los restos vegetales. Casi a mediados de agosto y tras semanas de calor sofocante y ausencia de precipitaciones, continúan sin desbrozar parcelas públicas y privadas: calle Estación, parte de la parcela pública de Santa Teresa, calles de Montencinar, zona pública de uso deportivo en Las Suertes, varias parcelas en El Ensanche…

En épocas de máximo riesgo, es prioritario minimizar los riesgos en cuanto a la utilización de maquinaria y uso de fuego en zonas forestales y en una zona perimetral de 400m, como indica el INFOMA y extremar la precaución del lanzamiento de elementos que puedan provocar ignición, como cohetes petardos y fuegos artificiales. Por tanto, no entendemos la profusión de este tipo de elementos lanzados durante las últimas fiestas en la Villa, entre el 31 de julio y el 4 de agosto. Además, la traca final se hizo en un lugar muy próximo a la zona forestal.

 

 

El 22 de agosto organizamos un acto «El monte Abantos: veinticinco años después» (Casa de Cultura de San Lorenzo 19h), con la participación del jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid y otro especialista en incendios (más información).

 

Zona municipal en la urbanización de Las Suertes 08/24

VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS DEL GRAN INCENDIO, UN CONATO DEMUESTRA LA VULNERABILIDAD DEL MONTE ABANTOS

 

El pasado jueves 1 de agosto, en plena ola de calor, hubo sendos incendios en El Molar, Loeches, Tres Cantos y el Monte Abantos en San Lorenzo de El Escorial. Este último, que por suerte se quedó en un conato, nos recuerda el terrible incendio de 1999. Al mismo tiempo resalta el peligro actual que corre el Monte La Jurisdicción (MUP N.º 46), por el calentamiento climático y otros factores como su largo interfaz monte/urbano. Todo esto convierte San Lorenzo en una Zona de Alto Riesgo de incendio. Comentaremos esta situación en un acto público el 22 de agosto (19h Salón de Actos, Casa de Cultura de San Lorenzo) con el título «El Monte Abantos: veinticinco años después». Intervendrán dos expertos de renombre: Antonio Pérez Crespo, el jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid; Domingo Molina Terrén, profesor titular de la Universidad de Lleida.

 

El conato de incendio en Abantos 01/08/24

 

Parece ser que el jueves pasado hubo un primer foco de incendio en el mismo casco urbano de San Lorenzo, en un solar cerca de Aldeas Infantiles en la Calle Residencia, que fue apagado por los vecinos. Más tarde hubo por lo menos un foco en el monte, en la zona cerca del arroyo Cebadillas y debajo de La Penosilla. Gracias a la rápida y eficaz reacción de ocho dotaciones terrestres y un helicóptero de la Comunidad de Madrid — apoyado por la Guardia Civil, la policía local y protección civil — se apagó el fuego y solo quedó afectado 1.600 m2 de bosque.

 

La preocupación de Entorno Escorial por Abantos

 

En enero de este año presentamos a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de San Lorenzo un informe sobre el preocupante estado del Monte La Jurisdicción, por la falta de inversión en gestión forestal. En marzo tuvimos una reunión con la directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal de la CM y en mayo una comparecencia en la Asamblea de la Comunidad de Madrid sobre el mismo tema. En ambas ocasiones subrayamos la urgente necesidad de una buena gestión forestal para cambiar de manera paulatina un pinar envejecido (y muy vulnerable al fuego) en un bosque mixto mucho más resistente. Comentaremos todos estos asuntos el próximo jueves 22 de agosto con dos grandes profesionales de incendios.  

22/08: MESA REDONDA – ‘EL MONTE ABANTOS, VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS’

El jueves 22 de agosto (19h Salón de Actos, Casa de Cultura de San Lorenzo de El Escorial), Entorno Escorial organiza una mesa redonda – solo dos días después del vigésimo quinto aniversario del gran incendio de Abantos (20/08/99). Intervendrán dos expertos de renombre en este campo: Antonio Pérez Crespo, el jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid; Domingo Molina Terrén, profesor titular de la Universidad de Lleida y director de la revista Incendios y Riesgos Naturales.

 

Los ponentes explicarán cómo hemos llegado a la era actual de grandes incendios forestales y comentarán la vulnerabilidad al fuego de las zonas urbanas colindantes a los bosques. Analizarán las lecciones aprendidas de estas conflagraciones y comentarán su aplicación al caso del monte Abantos, un bosque de alto riesgo por varias razones (su largo interfaz monte-urbano/el desnivel/la orientación de solana etc.).

 

Cómo introducción pondremos un breve vídeo sobre el incendio de Abantos y la situación actual del monte, que ha padecido una falta de inversión en gestión forestal en las últimas dos décadas. Terminaremos el acto con una sesión de preguntas a los ponentes.

LA APLICACIÓN ‘FuegoAppS: UNA HERRAMIENTA PARA ENTENDER LOS RIESGOS DE INCENDIOS EN ABANTOS Y APRENDER SOBRE EL MONTE

 

 Alberto Monzón comenta la importancia del paisaje  16/06/24

 

La mañana del domingo 16 de junio nos acompañó Alberto Monzón en una marcha por el Monte La Jurisdicción para enseñarnos la aplicación sobre ‘la ruta del fuego en Abantos’, un proyecto con la colaboración de la UPM, el CSIC y otros organismos y grupos locales como DeVerde.

 

Comenzamos fuera del Insect Park y, a lo largo de los próximos 9 kilómetros (hasta el primer mirador) hubo 10 puntos de información de la aplicación, con textos, audios y preguntas para los participantes. Aprendimos conceptos importantes sobre los incendios: la interfaz urbano-forestal, donde hay mucho más riesgo de incendios; la resistencia al fuego (el aguante que tiene un ecosistema o especie de árbol) vs la resiliencia (su capacidad de recuperación tras un incendio); los paisajes en ‘mosaico’, que tienen una variedad de ecosistemas (pasto/dehesa/bosque), comparada con los grandes bloques de una especie, como las plantaciones de pinos; la continuidad del fuego (vertical: desde el suelo hasta las copas de los árboles; y horizontal: su expansión por el territorio); la influencia del relieve, que aumenta el riesgo de incendio y a veces crea el ‘efecto chimenea’ con las fuertes pendientes.

 

Comentamos, mientras pasamos por la zona quemada en 1999, ejemplares de la vegetación vulnerable al incendio (pino pinaster/jara) y las especies más resistentes como la encina y el fresno. También hablamos sobre el impacto terrible de los incendios para la fauna, desde los insectos a las aves, además de los grandes y pequeños mamíferos.

 

Durante el paseo,también aprendimos sobre la gran vulnerabilidad al incendio de Abantos: una solana con grandes pendientes, con una especie dominante (el pinaster) en la zona baja que se arde fácilmente, con una larga frontera con una zona urbana, con una creciente presión humana y con la presencia ilegal pero frecuente de motos, con una falta de gestión forestal durante los últimos 25 años, que ha impedido su transformación paulatina hacía un bosque mixto (algo previsto en el Plan de Ordenación de 2015-2024).

 

Recomendamos la aplicación ‘FuegoAppS’. Es una excelente herramienta de educación ambiental para entender mejor nuestro monte y su vulnerabilidad a los incendios.

 

QR de la aplicación 

 


 

16/06/24: HAREMOS LA ‘RUTA DEL FUEGO EN ABANTOS’ CON ALBERTO MONZÓN


El domingo 16 de junio, nos acompañará Alberto Monzón en
una marcha de 12km por el monte Abantos para enseñarnos su aplicación ‘Fuego AppS’. La aplicación educativa informa sobre el fuego de Abantos de 1999 y sobre conceptos claves en la prevención de incendios y la gestión forestal, por ejemplo, cómo influyen el tipo de vegetación y las especies de árboles, además del papel de los usos tradicionales del monte. La aplicación es parte del proyecto ‘Plantando Cara al Fuego’ de la Universidad de Santiago de Compostela, y es el trabajo fin de grado de Alberto en la Universidad Politécnica de Madrid. 

 

Durante la marcha comentaremos el estado actual del monte público, Monte La Jurisdicción, y el abandono que ha sufrido durante los últimos años por la falta de presupuesto. Aprovecharemos también para hablar de la reforestación del monte a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, realizada por los profesores y alumnos de la Escuela de Montes, entonces situada en el Real Sitio. Haremos referencia a la ‘Ruta de la repoblación de Abantos’, un proyecto municipal con folleto y aplicación que fue una propuesta de Entorno Escorial en los Presupuestos Participativos de San Lorenzo de El Escorial.

 

Salida: 09h en el aparcamiento del Insect Park

Distancia: 12 km

Dificultad: media/alta

Llevad agua, protección solar y sombrero.

 

Como todas las actividades de Entorno Escorial la marcha es gratuita.