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El campo de golf de La Herrería en plena sequía
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En la mesa redonda del 24 de agosto, ‘Agua, patrimonio y biodiversidad’, comentamos los usos del agua en los municipios escurialenses. Ante un panorama
climático cada vez más complejo, proponemos estudios de a) el empleo de agua
regenerada para regar el Real Club de Golf La Herrería y los jardines
municipales de El Escorial b) un convenio para el suministro puntual de agua
potabilizable del embalse de Batan para su tratamiento y posterior consumo en el
casco urbano de San Lorenzo c) la renaturalización de los cauces de algunos arroyos
en los ámbitos urbanos y el aumento del caudal ecológico del río Aulencia.
Durante los últimos años han subido nuestras temperaturas, la
evapotranspiración ha aumentado, la precipitación es más irregular, las sequías
más frecuentes y largas, la capa freática más baja. Todo esto tiene impactos
sobre el medio natural y sobre el agua disponible para el uso humano. Por
ejemplo, el embalse del Tobar, situado en Santa María de la Alameda, se seca
más y FCC Aqualia, que suministra agua al casco urbano de San Lorenzo, tiene
que comprar y bombear más agua del Canal de Isabel II, con el consiguiente
coste ambiental y coste económico para los vecinos.
Actualmente, los recursos hídricos (que son públicos) de San Lorenzo están
en manos de Patrimonio Nacional, principalmente en los embalses de El Batán y
El Romeral. Hace poco se han reformado las presas de El Romeral y ha aumentado el
agua embalsada que, entendemos, se utiliza para el riego de los jardines de
Patrimonio Nacional y los jardines municipales del Real Sitio. Faltan datos de
la Confederación Hidrográfica del Tajo sobre el agua embalsada en El Batán,
aunque en este momento (agosto) parece bastante lleno. Se utiliza para el riego
de los jardines de Patrimonio Nacional (Casita de Infante) y principalmente para
el campo de golf de La Herrería, una entidad privada.
Existe opacidad sobre el consumo de agua de los 36 campos de golf en la
Comunidad de Madrid, aunque sí se sabe que solo 10 de ellos utilizan agua
reciclada, algo que fomenta el Plan Hidrológico Nacional. Por desgracia, no es
el caso de La Herrería y tampoco tenemos constancia de otras actuaciones de
ahorro del agua, como el uso de la micro-irrigación y cambios a especies de
hierba más resistentes a la sequía. Estimamos el consumo en La Herrería en unos
500.000 metros cúbicos anuales, una cantidad que se acerca a la capacidad total
del embalse del Tobar (660.000 m3).
Al mismo tiempo, la capacidad nominal de generación anual de agua reciclada,
de la depuradora (EDAR) Los Escoriales, es de 2,2 millones de metros cúbicos. Ya,
entre 2008 y 2014 el Ayuntamiento de El Escorial estudió la posibilidad de traer
agua desde la EDAR hasta la zona verde El Tomillar para otro campo de golf,
además de aprovechar el agua para los jardines municipales. Se podría volver a estudiar
el bombeo de agua regenerada tanto para El Escorial como para el campo de golf
de La Herrería en San Lorenzo.
Otro estudio sería el bombeo de agua desde el Batán a la Estación de
Tratamiento de Agua Potable (ETAP) en el Monte Abantos cuando, como ahora, no
hay agua en el embalse del Tobar y se compra al Canal agua potable que es
bombeada desde el embalse de La Jarosa. Existe un precedente en el Real Sitio
de La Granja del Ildefonso, al otro lado de la Sierra. En 2017 Patrimonio
Nacional y el Ayuntamiento, con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica
del Duero, firmaron un convenio para el uso de agua de Patrimonio para el
consumo humano en tiempos de sequía. Ante la disminución de los recursos
hídricos, convenios de este tipo parecen bastante lógicos.
Nuestras propuestas aumentarían el caudal del Aulencia desde la misma presa
del Batán, con un importante impacto positivo sobre la biodiversidad (y para
los huertos municipales y de IMIDRA en El Escorial). Además, Entorno Escorial
propone actuaciones para renaturalizar los arroyos urbanos de Abantos, como el
Machucho y el Cebadillas, propuesta que extenderemos a los arroyos y cursos de
agua urbanos del término municipal de El Escorial.
Ante una situación climática cada vez más complicada, una optimación y
redistribución de los recursos hídricos en nuestra comarca podría beneficiar
tanto a la ciudadanía como a la flora y fauna que están sufriendo una dramática
perdida de especies.