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21/12/24: VEINTE AÑOS DESPUÉS VOLVEMOS A SEMBRAR Y PLANTAR ÁRBOLES AUTÓCTONOS EN EL MONTE ABANTOS


 

El sábado 21 de diciembre ARBA Sierra Guadarrama y Entorno Escorial organizarán una plantación y siembra de árboles autóctonos. Comenzamos a plantar a finales de 2004 y desde entonces hemos plantado y regado los árboles todos los años.

Este año plantaremos brinzales, especialmente de roble melojo. También sembraremos bellotas de melojo y encina además de castañas y endrinas. 

 

Como siempre, empezaremos la plantación con una explicación sobre la situación del monte público después del incendio y los árboles que hemos plantado a lo largo de los años para aumentar la biodiversidad de la zona. Explicaremos cómo plantar y sembrar antes de comenzar la actividad.


La plantación está situada a las orillas del Arroyo de la Cruz (en la pista forestal que sube desde El Tomillar a San Lorenzo).  


Por favor traed azadas, ropa de trabajo y guantes.

 

10.30 quedaremos en los Huertos Sociales de la Olmeda (C/ Monte Risco Alto s/n)

11.00 estaremos en la plantación

 

Para más información escribe a entornoescorial@gmail.com

APLAUDIMOS LA PLANTACIÓN DE ENCINAS EN ABANTOS POR LA DG DE BIODIVERSIDAD Y GESTIÓN FORESTAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID


A finales de marzo tuvimos una reunión con Irene Aguiló, la
directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal, y comentamos la falta de inversión en la gestión forestal en el Monte La Jurisdicción y la necesidad de plantar frondosas y favorecer la regeneración natural, ambos objetivos del Plan de Ordenación 2015-2024. La directora general fue receptiva y nos dijo que esperaba encontrar presupuesto para realizar operaciones forestales en el monte público N.º 46. Hace un mes observamos que se había plantado bastantes plantones de encina en un gran claro cerca de la pista que sube hasta La Penosilla. Hemos vuelto y comprobado que hay bastantes ejemplares en buenas condiciones y la CM nos ha confirmado que se han plantado un total de 275 encinas en el monte. 

 

La mayor parte de la vegetación en este claro es de matorral, aunque hay algunas encinas grandes que aguantaron el incendio de 1999. Desde entonces ha habido algo de regeneración natural de encina, especialmente al borde de la pista donde hay más agua, pero el proceso es muy lento y necesita refuerzo. En la misma zona hace cuatro o cinco años, se realizó una plantación de pino pinaster de compensación (con dinero que un particular tuvo que pagar por una tala). Fue un desastre y murieron casi todos los árboles. Peor todavía, los protectores de plástico estaban esparcidos por todo el monte hasta que fueron recogidos este año por unos socios de Entorno Escorial.

 

Un estudio de 2020 reveló la falta de regeneración en grandes zonas del Monte La Jurisdicción, especialmente en la solana, como el área recientemente plantada. Hemos observado cuatro o cinco plantones sacados de su alcorque, quizás por la acción de los jabalíes, y algunos alcorques vacíos. Sin embargo, por la especie y la fecha de plantación somos optimistas que estas encinas sí puedan prosperar y creemos que la plantación es un acierto. Es clave recuperar el bosque en Abantos y, en tiempos de crisis climática, la encina es más resistente que otras especies como el melojo y ya bien adaptada a cotas tan altas.

 

Esperamos que esta plantación sea la primera de muchas acciones forestales de la Comunidad de Madrid para recuperar nuestro monte.

 

 

PRESENTE Y FUTURO DEL MONTE ABANTOS E INCENDIOS FORESTALES: LA INTERFAZ URBANO-FORESTAL

 


El monte Abantos se encuentra en una situación preocupante. Veinticinco años después de sufrir un incendio impresionante que arrasó 425 hectáreas, ni se ha regenerado la parte quemada, ni se ha intervenido en la parte del bosque que no se vio afectada.

El pasado mes de agosto, Entorno Escorial organizó un acto dedicado a plantear el futuro del bosque de Abantos. Se presentaron videos sobre el incendio e información sobre la situación de riesgo del pinar y la necesidad de medidas reales de gestión forestal. Entorno Escorial aboga por las propuestas en el Plan de Ordenación del Monte La Jurisdicción (2015-24) para convertir este monte público en un bosque mixto y más resiliente al fuego — mediante actuaciones como vallados para fomentar la regeneración natural, clareos y plantaciones de árboles autóctonos. Por desgracia estos objetivos no se han cumplido por la falta de presupuesto de la Comunidad de Madrid.

El conferenciante invitado Domingo Molina, doctor ingeniero de Montes, profesor titular de la Universidad de Lérida y director de la revista Incendios y Riesgos Naturales, señaló varios puntos muy clarificadores. Los factores climáticos para el potencial riesgo de que se produzca un incendio forestal son los días transcurridos desde la última lluvia, la humedad relativa, la velocidad y dirección del viento y la temperatura. A nivel de divulgativo, se habla de la regla del treinta. 30 días sin llover, una humedad relativa menor del 30%, una velocidad del viento mayor de 30 m/s, y más de 30º de temperatura.

Las condiciones climáticas que se daban el 20 de agosto de 1999, cuando se produjo el incendio, no eran potencialmente peligrosas. Las últimas lluvias se habían dado doce días antes, la humedad relativa era del 42%, el viento de dirección sur, pero que no era una masa de aire sahariano, tenía una velocidad de 15 m/s y la temperatura era de 26º. Todos ellos valores por debajo de los considerados de riesgo. Esto quiere decir, que el conato de incendio que no pudo controlarse a tiempo, y que dio lugar a la propagación del incendio, alcanzó su magnitud y extensión debido al mal estado del pinar. Como dijo Molina, un pinar que no se había gestionado adecuadamente, con árboles en contacto unos con otros, no necesitaba mucho para quemarse.

En España, las masas forestales crecen y cada vez están más densas. Trabaja poca gente en el medio rural y poca gente en la gestión forestal. El fuego forestal crece y el agrícola también. Para evitarlo hay que intervenir de manera significativa en el territorio haciéndolo rentable y sostenible. Poniéndolo en uso y apoyando como consumidores los productos que se trabajen en estos huertos, campos y bosques

Si los bosques estuviesen bien gestionados, el fuego sería un agente que formaría parte de la dinámica del bosque y se podría dejar correr los fuegos de poca intensidad haciendo lo que se llama “podas térmicas”, despejando las partes bajas de ramas hasta cinco metros y matorral.

La gestión forestal debe hacer tratamientos significativos en el territorio. Cambiar de una situación comprometida a otra que no lo sea. Pero hoy, lo que se hace no es gestión forestal, a un coste razonable, sino que se abordan intervenciones de poca entidad y a precios que son de jardinería y no de gestión selvícola.

Hay mecanismos. La administración podría ser proactiva contratando a agricultores que aún está en activo para que también cultivasen las tierras abandonadas. La administración puede expropiar o imponer servidumbres por interés público.

El incendio de Abantos tocó dos urbanizaciones, la Pizarra y la urbanización Felipe II. Ambas urbanizaciones, que están separadas del núcleo de San Lorenzo de El Escorial, son las típicas urbanizaciones en pendiente, construidas sobre la falda del monte y rodadas de bosque. Pero esta no es una situación excepcional en el núcleo de San Lorenzo. La ciudad bosque de Abantos, de más antigüedad, se levanta también en medio de un pinar y en contacto directo con el bosque del monte del Romeral y Monte Cerrado. Todo el límite superior del pueblo se puede considerar como interfaz urbano forestal.

Es necesario tomar conciencia de que el riesgo de un gran incendio en el Monte de la Jurisdicción es una situación, que lamentablemente, es de alta probabilidad.

Y en ese escenario ¿Cuál es la situación de las casas? ¿Es posible contribuir a evitarlo y estar preparados para esta eventualidad?

De acuerdo con lo que explicó Domingo Molina. Las casas no se queman tan fácilmente. Por lo general transcurren hasta dos o tres horas desde que llega la primera pavesa hasta que se produce un incendio en las casas. Si una casa y su jardín están bien mantenidos, en el caso de un incendio, hay que refugiarse dentro de la casa cerrando puertas y persianas. Así no entra el fuego. En una evacuación, si no se cierran puertas y persianas entrará el incendio por los vanos que sean susceptibles, con una cierta radiación térmica se romperá el cristal.

Sin embargo, si alrededor de la casa, hay acumulación de lo que se llama coloquialmente “marraneo”, restos de limpieza del jardín, leña, otros restos de materiales o mobiliario de jardín, especialmente si es de plástico, pueden perderse las casas, aunque no se trate de un gran incendio.

En la interfaz urbano-forestal es muy importante contar con casas seguras. Afortunadamente, hay mucho conocimiento y experiencia acumulada al respecto y existen muchas guías indicando los elementos de riesgo. Por ejemplo, Greenpeace tiene una guía muy completa y un cuestionario que ofrece unas recomendaciones esenciales a tener en cuenta. (links más abajo).

En urbanizaciones en ladera, siempre que se pueda, interesa posicionar la casa retranqueada de la pendiente ya que pendiente facilita la propagación del fuego. El uso de muros para crear saltos del terreno y cortar la pendiente es muy interesante. La pendiente del terreno se corta con un muro de piedra, que frena la corriente convectiva caliente que viene con la pendiente, y la desvía hacia arriba. Verticaliza la corriente convectiva.

La casa, debe tener un mantenimiento periódico. Especialmente el tejado, retirando pinochas de pino y restos de hojas sobre su superficie y sobre los canalones, y evitando en la proximidad de las ventanas la acumulación de leña y de matorrales demasiado espesos o de ramas de árboles.

Se debe observar un equilibrio respecto a la vegetación y es recomendable que la administración establezca normas al respecto. Por ejemplo, en California del Sur, hay este tipo de normas respecto a la vegetación. Así, los servicios de extinción pueden considerar. “zona defendible” un jardín si se han respetado las normas.

Entorno a la casa se deben establecer franjas de acuerdo con un criterio de riesgo. Más precauciones en los dos primeros metros del perímetro de la casa. A menos de diez metros, la zona tiene que estar ajardinada, es decir, árboles aislados en grupos de dos o tres, podados hasta cinco metros y suelo desbrozado y limpio de restos vegetales. Hasta veinticinco metros, el jardín puede ser más natural, pero retirando todo lo muerto. Evidentemente, el riesgo es el mismo, aunque el radio de veinticinco metros alcance un terreno que queda fuera de una propiedad, y en ese caso es una cuestión que debería abordarse, con la colaboración entre vecinos y desde el conjunto de las urbanizaciones estableciendo normas para asegurar que todos estén protegidos.

En resumen, se trata de un problema con muchas aristas que tiene que enfrentarse desde varios frentes. Las principales conclusiones sobre cuáles son las necesidades y la forma de abordarlas para Domingo Molina serían:

a)         Necesidad de planificación urbanística integral, con exigencia normativa en cuanto a autoprotección

b)         Necesidad de priorizar viviendas como refugios seguros y en segunda opción considerar la evacuación

c)         No focalizar los esfuerzos en contar con más cantidad de medios de extinción sino en la gestión integral con profesionales bien formados “forestalizándose”. Los servicios de bomberos tienen que avanzar en este tipo de formación.

d)         Educarnos a convivir con el fuego, como, por ejemplo, en otros lugares a se educa a convivir con los terremotos, almacenando comida y bebida para tres días en zona segura.

 

 

 

GUIAS, CUESTIONARIOS Y RECOMEDACIONES

https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/informes/protege-el-bosque-protege-tu-casa-informe-ampliado/

https://es.greenpeace.org/es/noticias/esta-tu-casa-preparada-en-caso-de-incendio-calcula-el-riesgo/

https://riesgodeincendios.org/

 

 

LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES EN TIEMPOS DE COLAPSO CLIMÁTICO

 

El perímetro del incendio de 1999

El jueves 22 de agosto organizamos un acto en la Casa de Cultura de San Lorenzo con el título ‘El monte Abantos: veinticinco años después’. Aquí un breve resumen.

 

Comenzamos con un vídeo del incendio de 1999, con impactantes grabaciones que realizó un socio de Entorno Escorial. Luego un representante del grupo comentó la preocupante situación actual del Monte La Jurisdicción (el Monte Público N.º 46). Es un pinar de plantación, envejecido y con poca regeneración natural que es vulnerable a las plagas y los incendios. Se comentó el informe que publicó Entorno Escorial el pasado enero, que critica la falta de gestión forestal y del cumplimiento del Plan de Ordenación (2015-24). Cuando nos reunimos en marzo con la directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal de la CM, nos dijo que se abordaría el problema de raíz, la falta de financiación, y también nos dijo que saldrá un Plan de Ordenación revisado en unos meses. A continuación, presentamos un breve vídeo sobre los problemas actuales de Abantos, como el aumento de la presión humana, las plagas y la transformación de la zona quemada en un gran matorral.

 

Por desgracia, a media tarde hubo un gran incendio de pasto en Tres Cantos y no pudo asistir el ponente Antonio Pérez Crespo, jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid. Nos habló solo Domingo Molina Terrén, doctor ingeniero de montes y coordinador de un máster sobre incendios forestales. Domingo comentó el incendio de Abantos que afectó dos zonas urbanas en San Lorenzo de El Escorial. Explicó técnicamente los factores que determinan que un incendio forestal se considere Gran Incendio Forestal (GIF). Opinó que, para la prevención de incendios, es importante tener cuadros profesionales y abogó por la gestión de los montes y campos sin explotar y con grandes cantidades de vegetación. Propuso ayudas de las administraciones para lanzar estas explotaciones y pliegos realistas para que sean rentables para las empresas, que a su vez revitalizarían las economías rurales. Al mismo tiempo subrayó la importancia del consumo de productos locales, algo que podría dar la vuelta al abandono del campo en España.

 

Luego Domingo Molina entró en detalle sobre la protección de las casas y zonas urbanas en el caso de un incendio forestal, sacando interesantes ejemplos de Canarias y California. Mencionó la importancia, en casas rodeadas por bosques, de reducir la vegetación en los jardines, especialmente las especies muy inflamables, como las arizónicas, y dejar un perímetro con poca vegetación. En el caso de un incendio, el dueño tiene entre dos y cinco horas para actuar si están bien cerradas todas las puertas y persianas. Subrayó la responsabilidad individual que tienen los propietarios en estos casos para evitar riesgos y evitar imprudencias como apilar leña al lado de la casa o dejar el tejado lleno de pinacho y hojas secas, o el peligro del mobiliario de plástico que desprenda gotas candentes.

 

Después de su charla hubo una ronda de preguntas y comentamos temas como las siegas de las parcelas en El Escorial y el mejor momento para hacerlas, el gran peligro de las motos en el monte (un problema grave en Abantos) y el cierre de la pista forestal de Abantos al tráfico. No tuvimos tiempo para comentar en profundidad la gestión forestal del Monte La Jurisdicción y el impacto negativo del colapso climático, algo que haremos en otro momento.

 

Colgaremos la grabación del acto en unos días en nuestra cadena de YouTube: https://www.youtube.com/@entornoescorial1243

 

 

Domingo Molina Terrén, el ponente del acto

 

LA PLANTACIÓN DE ABANTOS TRAS EL GRAN INCENDIO CONTRIBUYÓ AL FRACASO DE LA REFORESTACIÓN, PERO HAY MOTIVOS PARA EL OPTIMISMO

 

Después del incendio: foto de Carlos González Ximénez

La zona del Monte La Jurisdicción quemada por el incendio de 1999 fue de 115 hectáreas y su recuperación ha sido objeto de dos estudios 1/2. Sin embargo, en ninguno hay mención del impacto de las operaciones forestales que comenzaron en el otoño de 2000. Tras el incendio hubo una importante regeneración del pino resinero (Pinus pinaster), una especie bien adaptada al fuego3. Por desgracia, gran parte de estos brinzales fueron destruidos por las operaciones forestales de la Comunidad de Madrid y la misma plantación de pinos sufrió una elevadísima mortalidad. El resultado ha sido que, veinticinco años más tarde, la zona quemada se ha convertido en un matorral con solo un 15% de pinar joven2. Entonces se puede concluir que la misma plantación ha sido un factor decisivo en la fallida reforestación del monte público.  

Durante el verano del 2000 hubo una sequía estival que afectó los pinos regenerados, pero cuando empezaron las operaciones forestales para retirar la madera quemada en el otoño de 2000, había pinos de unos 10-15 cm, algunos más. Estas plantas, que habían sobrevivido al incendio, hundían sus raíces en un suelo quemado y lavado, pero no destruido. Aunque las capas superiores no fueran gruesas mantenían su estructura tras el incendio en la mayor parte de la superficie quemada. El éxito de esta regeneración natural dependió de factores como el grado de intensidad del incendio en distintos lugares, su efecto sobre la capa de mantillo y hojarasca del suelo y fue peor en las zonas más pedregosas y con afloramientos de rocas1.

A partir del septiembre de 2000, un año después del incendio, comenzaron las operaciones forestales que costaron 405.668€ para la eliminación de residuos y 306.516€ para la reforestación5. Al pasar el bulldozer con la reja de más de 50 cm buscando un buen subsolado para la nueva plantación, aplastaron todos los pimpollos y arruinaron la fina capa de suelo existente que había soportado la viabilidad del semillado, incapacitándola para otras siembras. Por otra parte, las plantaciones tampoco fueron muy cuidadosas, con muchos plantones mal enterrados en un suelo pedregoso tras la rotura de horizontes del subsolado. Al año siguiente a la plantación prácticamente no había supervivientes.

Más tarde la Comunidad de Madrid realizaron otra plantación pequeña, esta vez de frondosas como melojo, fresno y arce de Montpellier y con agujeros hechos a mano, en la zona entre los arroyos de La Cruz y el Barrancón. También murieron muchos árboles, pero sobrevivieron los suficientes para crear una zona de biodiversidad colindante a la plantación que Entorno Escorial y ARBA Sierra de Guadarrama mantienen desde 2004. Ambas experiencias demuestran los retos de la reforestación en Abantos, especialmente por las sequías estivales agravadas por el colapso climático. Sin embargo, se ha visto que es posible reforestar con ahínco y con los métodos apropiados.

Los primeros hechos que sucedieron tras el incendio son importantes para entender lo que sucedió después y la situación actual: antes del incendio (1998), en la zona quemada había un 85% de pinar maduro y solo un 3 o 4% de matorral. Más de veinte años después (2020), solo había un 14% de pinar joven y más de 80% de matorral2. Es claro que no conocemos cómo habrían evolucionado los pinos surgidos de las semillas del incendio, pero que estuvieran vivas el segundo verano1 a pesar de la aparente fragilidad de su parte vegetativa hacía avistar el futuro con cierto optimismo.

A la espera de la renovación del Plan de Ordenación del Monte La Jurisdicción (2015-2024), esperamos que el ‘cambio de paradigma’, que nos comentó en marzo la directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal de la CM5 — además de una mejora de la financiación— puedan impulsar las medidas forestales necesarias en Abantos como las siembras y plantaciones, las cortas y los acotamientos temporales para fomentar la regeneración forestal y el tratamiento sistemático de las plagas. Ante la gran amenaza del cambio climático, la única manera de asegurar la supervivencia de nuestros bosques es una fuerte inversión pública en gestión forestal — para transformar poco a poco los pinares en bosques mixtos, más resilientes y con mucha más biodiversidad6.

 

1 Madrigal, J. et al (2005) ‘Regeneración post-incendio de Pinus pinaster Ait en la Sierra de Guadarrama (Sistema Central, España) – modelos descriptivos de los factores influyentes en la densidad inicial y la supervivencia.’ Investigación agraria: sistemas y recursos forestales. Vol 14, nº 1.

2  Enríquez de Salamanca, A. (2023) ‘Dynamics of Mediterranean pine forests reforested after fires’ Journal of Forestry Research 34 (1)

3 SINC (2008) Los bosques de pinos resineros se regeneran muy rápido después de un incendio forestal (17/07/2008)

4 20 Minutos 20/08/2009

5 La comunidad debe financiar los planes de la DG de Biodiversidad para la gestión forestal en Abantos

6 En la asamblea de Madrid pedimos inversión en gestión forestal para frenar el deterioro del Monte Abantos (mayo 2024)

 

UN ESTUDIO REVELA LA PÉSIMA RECUPERACIÓN DEL MONTE ABANTOS DEL INCENDIO DE 1999 Y SU FUTURO INCIERTO

 


 

Un estudio* del ingeniero de montes, Álvaro Enríquez de Salamanca (coautor del Plan de Ordenación del Monte La Jurisdicción 2015-2024) demuestra claramente el fracaso de la reforestación de la zona quemada del monte público (115 ha), debido a la muerte de los pinos plantados tras el incendio y la falta de la regeneración natural a lo largo de los años. Enríquez aboga por una gestión forestal para lograr la recuperación de la zona quemada y para aumentar la resiliencia de todo el bosque.

 

El análisis de la zona afectada por el fuego es demoledor y demuestra la desaparición casi total del pino albar (Pinus sylvestris) y laricio (Pinus nigra), y una recuperación muy parcial del resinero (Pinus pinaster) (ver mapa arriba). Sí ha habido algo de regeneración de encina (Quercus rotundifolia), pero no lo suficiente para constituir un bosque. El balance total es catastrófico. Antes del incendio (1998), en la zona estudiada había un 85% de pinar maduro y solo un 3 o 4% de matorral. Más de veinte años después (2020), solo había un 14% de pinar joven y más de 80% de matorral.

 

Es muy serio que una gran zona de un bosque tan emblemático como La Jurisdicción se haya convertido en matorral. Más preocupante todavía son las conclusiones de Enríquez sobre el conjunto del bosque; la falta de regeneración natural condena a este pinar envejecido a desaparecer si no se actúa ya. Concluye que «si no se tomen medidas, desaparecerán los pinares (en España) que serán reemplazados por matorral». Se queja de que se gaste mucho dinero en extinguir y prevenir los incendios con medidas como los cortafuegos, pero «se presta poca atención a aumentar la resiliencia (de los bosques)». «Hay que lograr la regeneración natural con la modificación de las especies principales si es necesario, además de asegurar la presencia de especies que se regeneren en el sotobosque.»

 

Este estudio coincide con los argumentos de Entorno Escorial y nuestra campaña actual para lograr una gestión forestal más que testimonial en nuestro monte (y en todos los montes públicos de la Comunidad de Madrid). Parece evidente que, si las administraciones públicas no gastan dinero para salvar nuestros bosques, mediante su conversión en bosques mixtos más resilientes, vamos a quedar sin ellos, — con todo lo que implica para nuestra propia supervivencia.  

 

 

 

* EnríquezdeSalamanca, A. (2023) ‘Dynamics of mediterranean pine forests reforested after fires’ Journal of Forest Research 34: 345-354 (La dinámica de los pinares mediterráneos reforestados tras los incendios)

Citas traducidas por Entorno Escorial

ENTORNO ESCORIAL MUESTRA SU PREOCUPACIÓN POR LOS REPETIDOS CONATOS DE INCENDIO EN EL ESCORIAL, SIETE EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS

 

La parcela municipal de Santa Teresa (Los Arroyos) sin desbrozar (08/24).

El reciente conato en Abantos (más información) volvió a recordarnos nuestra gran vulnerabilidad a los incendios forestales. También estamos preocupados por la reciente serie de conatos en distintos lugares de El Escorial. Como San Lorenzo, la Villa es zona de alto riesgo de incendios (ZAR) y no entendemos que haya suelo municipal tan descuidado y que se den permisos para los fuegos artificiales durante épocas de  alerta de incendios. 

 

Los conatos este verano:

- El primer conato se produjo el pasado 7 de junio, en el km 3 de la carretera M-533, dentro del término municipal de El Escorial. Casi simultáneamente, se produjo un segundo conato dentro ya del término de Zarzalejo.

- Pocos días después, el 16 de junio, se desencadenaron dos focos distintos en la zona de El Ensanche, donde tanto vecinos como agrupaciones municipales han denunciado en repetidas ocasiones la acumulación de basuras, vertidos y restos de botellón. Existen también numerosas parcelas sin desbrozar.

- Por último, el pasado 22 de julio, a lo largo de las vías del tren, dentro de la Villa, se produjeron cuatro focos separados por algunos metros, originados al parecer por la chispa de un tren de mercancías. Estos conatos se acercaron peligrosamente a la zona comercial y a los bloques de viviendas cercanos a las vías y obligaron a cortar durante varias horas las líneas C8 y C10, así como los trenes de media distancia.

Todos estos conatos, algunos muy sospechosos, en los que no es descartable el gamberrismo o la intencionalidad, fueron rápidamente sofocados por la inmediata intervención de bomberos y protección civil. Según se comunicó desde el Ayuntamiento, se estaban llevando a cabo las investigaciones necesarias para determinar sus causas.

 

Una zona de alto riesgo:

Dada la extensión territorial del municipio, en el que existen tres unidades territoriales diferentes (La Villa, Navalquejigo y Peralejo), divididas a su vez en varias urbanizaciones, algunas sin recepcionar por el Ayuntamiento (Alcores y Pinosol en Peralejo, antiguo asentamiento y Montencinar en Navalquejigo y varias parcelas en El Ensanche) y la amplia zona de interfaz urbano-forestal resultante, es fundamental una gestión municipal eficiente y clara para los vecinos. Los propietarios deben ocuparse del desbroce de sus parcelas, pero el Ayuntamiento debe acometer los de las zonas comunes y retirar de inmediato los restos vegetales. Casi a mediados de agosto y tras semanas de calor sofocante y ausencia de precipitaciones, continúan sin desbrozar parcelas públicas y privadas: calle Estación, parte de la parcela pública de Santa Teresa, calles de Montencinar, zona pública de uso deportivo en Las Suertes, varias parcelas en El Ensanche…

En épocas de máximo riesgo, es prioritario minimizar los riesgos en cuanto a la utilización de maquinaria y uso de fuego en zonas forestales y en una zona perimetral de 400m, como indica el INFOMA y extremar la precaución del lanzamiento de elementos que puedan provocar ignición, como cohetes petardos y fuegos artificiales. Por tanto, no entendemos la profusión de este tipo de elementos lanzados durante las últimas fiestas en la Villa, entre el 31 de julio y el 4 de agosto. Además, la traca final se hizo en un lugar muy próximo a la zona forestal.

 

 

El 22 de agosto organizamos un acto «El monte Abantos: veinticinco años después» (Casa de Cultura de San Lorenzo 19h), con la participación del jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid y otro especialista en incendios (más información).

 

Zona municipal en la urbanización de Las Suertes 08/24

EN LA ASAMBLEA DE MADRID PEDIMOS INVERSIÓN EN GESTIÓN FORESTAL PARA FRENAR EL DETERIORO DEL MONTE ABANTOS

Enlace a la comparecencia: https://mediateca.asambleamadrid.es:443/watch?id=OTBkMjk4OWUtZmYyYS00ZWE4LTgzNjYtNDhmZDdjOWQ1YWJi&start=11310

 

El martes 21 de mayo un portavoz de Entorno Escorial compareció ante la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea de Madrid a invitación del Grupo Socialista para comentar la preocupante situación del Monte la Jurisdicción en San Lorenzo de El Escorial. Solicitó a los diputados su apoyo para la inversión en gestión forestal en el Monte Abantos y los demás bosques madrileños.

 

Michael Harris explicó que el monte público nº 46 es un pinar envejecido muy vulnerable por el colapso climático, con escasa regeneración natural, con muchos pinos enfermos por las plagas y con la biodiversidad de su microfauna en crisis. Desde la pandemia ha habido un importante aumento de la presión humana y, por desgracia, existe impunidad para los que ilegalmente practican el motocross en pleno monte, algo que crea un terrible impacto ambiental y graves riesgos de incendios. Además, el coto de caza en un monte tan poblado genera un nivel totalmente inasumible de inseguridad ciudadana.

 

Harris comentó la reciente reunión de Entorno Escorial con la directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal, Irene Aguiló, para presentarle un informe sobre los problemas del monte Abantos y la falta de cumplimiento de casi todos los planes del excelente Plan de Ordenación del 2015-2024. Ella había respondido que eso se debía a una falta de presupuesto para la gestión forestal. De ahora en adelante, su equipo busca un ‘cambio de paradigma’ para impulsar las necesarias medidas forestales como las siembras, las cortas y los acotamientos temporales para fomentar la regeneración forestal y el tratamiento sistemático de las plagas.

 

El representante de Entorno Escorial solicitó a los diputados su apoyo para los planes de la directora general y subrayó la urgente necesidad de una coordinación entre la prevención de incendios y la gestión forestal, algo que hasta ahora ha brillado por su ausencia. Terminó con un apasionado alegato sobre la importancia de los bosques de nuestra Comunidad que, con sus servicios ambientales, sostienen la vida de los 6,6 millones de madrileños. Ante la gran amenaza del cambio climático, la única manera de asegurar su (y nuestra) supervivencia es una fuerte inversión pública en gestión forestal — para transformar poco a poco los pinares muy vulnerables en bosques mixtos, más resilientes y con mucha más biodiversidad.

 

No hay que ver nuestros bosques como un problema sino como la solución.

LA COMUNIDAD DEBE FINANCIAR LOS PLANES DE LA DG DE BIODIVERSIDAD PARA LA GESTIÓN FORESTAL EN ABANTOS

 

Pinos caídos en el  monte después de los vientos de marzo 2024.

 

El miércoles 27 de marzo dos representantes de Entorno Escorial se reunieron con la directora general de Biodiversidad, Irene Aguiló Vidal, y su equipo. Fue a petición nuestra y el objetivo fue comentar nuestro informe sobre el preocupante estado del Monte Público N.º. 46. Los tres cargos de la Comunidad de Madrid, todos ellos ingenieros de montes, coincidieron con nuestro diagnóstico de la situación y en las medidas necesarias para la recuperación del monte. Los obstáculos para la gestión selvícola adecuada parecen estar en la falta de dinero y coordinación entre las direcciones generales de Biodiversidad e Interior (que lleva la prevención de incendios).

 

Comentamos el no cumplimiento de la mayor parte de los objetivos del excelente Plan de Ordenación 2015-24), un plan que proponía la regeneración natural del monte mediante un detallado plan a lo largo de la década, de cortas y plantaciones de pinos y frondosas asi como de múltiples medidas de conservación y fomento de la biodiversidad. La razón de esta situación es sencillamente la falta de presupuesto de la DG de Biodiversidad para la gestión forestal, mientras que la D.G. de Seguridad y Emergencias gasta cantidades ingentes en la destrucción de grandes fajas de sotobosque del Monte La Jurisdicción en nombre de la prevención de incendios. Ahora ambas direcciones generales están en la misma consejería y se espera que pueda haber más colaboración entre ellas en la gestión del monte Abantos. Otra asignatura pendiente de la DG es promover mediante incentivos los planes forestales de los montes privados, como La Solana, además de mejorar la coordinación con Patrimonio Nacional, dueños y gestores del Romeral y el Cercado. 

 

Coincidimos en el impacto muy positivo en el monte del cierre de la pista forestal al tráfico, especialmente para reducir el riesgo de incendios y la presión humana en el monte. También estuvimos de acuerdo en regular el uso de las bicis, especialmente las de descenso, prohibir por una vez las motos de enduro y reducir el número de eventos deportivos en el monte público que se han multiplicado en los últimos años. Diferimos en el tema del coto de la caza vs un plan cinegético público. Para nosotros la caza en Abantos es un riesgo para la seguridad ciudadana en un monte que desde la pandemia se ha convertido casi en el ‘Retiro del Guadarrama’. Por otro lado, la política de la DG es fomentar la caza en el monte público como fuente de ingreso y para controlar las poblaciones de animales como los jabalíes. 

 

Introducimos el tema del ‘agujero de protección’ de la zona escurialense delimitada como “Cerca Histórica“ en el PORN (Plan de Ordenación de Recursos Naturales) de la Sierra de Guadarrama  (75% del Territorio Histórico). Delega la protección de las dehesas, con sus humedales y gran biodiversidad, en el decreto 52/2006 de declaración del BIC del Territorio Histórico, cuyo desarrollo lleva pendiente 18 años y que solo cubre aspectos urbanísticos y paisajísticos. Diferimos con la directora general que la Ley de Montes otorgue la suficiente protección y pensamos que es clave que la protección ambiental de las dehesas se incluya en un futuro Plan Especial o equivalente.  

 

Esperamos la publicación este año del nuevo Plan de Ordenación del MUP 46º. Apoyamos totalmente el objetivo básico de la directora general de llevar a cabo un cambio de paradigma en la gestión forestal madrileña para que, en el caso de Abantos, vayamos hacia un bosque mixto y más resiliente al colapso climático. También estamos de acuerdo con ella en la necesidad de una educación ambiental sobre los bosques madrileños para que la ciudadanía se dé cuenta de que no son parques que necesitan ‘limpieza’. Lo que sí necesitan son recursos públicos para su gestión forestal.

SOLICITAMOS UNA REUNIÓN CON LA DG DE BIODIVERSIDAD DE LA CAM ANTE EL PREOCUPANTE DETERIORO DEL MONTE ABANTOS

 

El Monte Abantos a finales de 2023

Este año termina el actual Proyecto de Ordenación del Monte La Jurisdicción (Plan Especial 2015-2024) sin cumplir la mayor parte de sus objetivos. Ante esta situación alarmante, Entorno Escorial pide la continuación del plan actual, pero sugiere la necesidad de establecer una serie de prioridades para que los próximos diez años de gestión del MUP N.º 46 no se pierdan de la misma manera. Con la ayuda de varios expertos hemos redactado un escrito, Sugerencias al Plan de Ordenación vigente del MUP N. 46 con un análisis de la situación del monte y una lista de medidas para llevar a cabo. Hemos mandado este informe a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial y hemos solicitado una reunión con Irene Aguiló Vidal, directora general de Biodiversidad y Gestión Forestal. Aquí el contenido de nuestra carta:

 

«Nuestra asociación se fundó tras el gran incendio del Monte Abantos de 1999 por la inquietud de que se pudiera volver a reproducir el desastre y también por la restauración del espacio incendiado. Seguimos muy comprometidos con la conservación del monte Abantos por una parte con nuestros modestísimos apoyos a la regeneración natural con plantaciones y semillado de planta autóctona local en invierno y sus riegos en verano, con la sensibilización de la población hacia este espacio y con todo lo que le atañe y que esté a nuestro alcance. Nuestro objetivo es conservar y regenerar este privilegiado espacio natural, pulmón y fondo del paisaje escurialense y parte de su historia.

 

Estamos preocupados por la situación actual del monte público y la falta de cumplimiento de la mayor parte de los objetivos del excelente Plan Especial 2015-24. Entre los retos de los próximos diez años están: el envejecimiento del pinar, la falta de regeneración natural y las plagas de escolítidos; el aumento de la presión humana desde la pandemia; el aumento del riesgo de incendio por la presión humana, por las motos en el monte y por el cambio climático; la inseguridad ciudadana que conlleva tener un coto de caza en una zona llena de senderistas y ciclistas.»

 

A lo largo de las próximas semanas iremos publicando entradas en nuestro blog para estimular el debate entre las administraciones públicos y los usuarios del Monte La Jurisdicción (senderistas/ciclistas/ganaderos/cazadores). Nuestro Monte Abantos es un espacio cubierto por muchas figuras de protección (Territorio Histórico/Parque Nacional/Paisaje Pintoresco/LIC del río de Guadarrama). Sin embargo, – por la falta de gestión forestal, el deterioro de su masa forestal, las presiones humanas, y el colapso climático – peligra su futuro y de nuevo se abre la terrible posibilidad de otro incendio como el de 1999.     

 

Cada año hay decenas de pies muertos en este pinar envejecido