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| Un árbol caído en el Monte Abantos Foto: Entorno Escorial |
2012 fue el peor año del último
decenio para los incendios forestales en España con 38 grandes incendios y 11
víctimas mortales y nuestra comarca no fue una excepción con el gran incendio
de Robledo de Chavela, Valdemaqueda y Santa María de la Alameda que quemó más
de 2.000 hectáreas de bosque y que tuvo grandes impactos ambientales (más
información). Este año ha empezado mejor debido a una climatología más
húmeda pero, a partir de ahora con la subida de las temperaturas, empezarán los
problemas. Habrá mucho más pasto este verano y como nos explicó ayer un agente
forestal “el pasto es donde empiezan los incendios forestales”.
En nuestra zona, y en especial
en el Monte Abantos que sufrió un gran incendio en 1999, tenemos el problema
adicional de muchos árboles caídos y ramas en el suelo por los fuertes vientos
y nevadas del invierno. Por eso, los pinares de las laderas del Monte Abantos
se convertirán en breve en un auténtico polvorín como el año pasado (denunciamos
el peligro de un gran incendio en el Monte Abantos). Otro riesgo en esta
zona es la presencia humana y en especial de los coches y Entorno Escorial ha
pedido, de forma repetida, la cierre de la pista forestal que sube al Puerto de
Malagón (reclamamos
el control del tráfico durante el verano).
Otro factor, según los
trabajadores forestales de Madrid, INFOMA, son los recortes presupuestarios que
han dejado hasta ahora 50 puestos vacantes sin contratar. Según INFOMA, “mientras que el gobierno de la Comunidad de Madrid presenta su
campaña de incendios a bombo y platillo, se destina menos dinero a la extinción
y se empeoran las condiciones de los trabajadores”(el
incendio de Robledo se pudo haber evitado).
Durante el coloquio del sábado
15 trataremos especialmente los incendios intencionados. El año pasado
preguntamos ¿Quién
está detrás del incendio de Robledo? y en nuestra respuesta subrayamos la
importancia de los motivos económicos como la especulación urbanística y una
cultura que ve el monte como un estorbo. Los políticos siempre reclaman mayores
castigos para los pirómanos pero, según Miguel Ángel Soto, no es la solución
porque la mayoría de los causas abiertas están sobreseídas y los responsables
absueltos. Para el responsable de bosques de Greenpeace, hacen falta mucho más
recursos para las Fiscalías de Medio Ambiente para investigar los casos (más
información).
Miguel Ángel Soto también pide
un cambio de nuestra visión del monte en España y, en vez de “limpiar el monte”
para evitar incendios, habrá que crear un sector forestal sostenible que sería
“un gran yacimiento de empleo y que tendría gran potencial económico dentro de
una futura economía verde” con la explotación de biomasa para fines
energéticos. Finalmente podremos añadir la importancia de eliminar los monocultivos
forestales, principalmente de pinos, y volver al bosque autóctono mixto como La
Herrería con sus robles melojos, fresnos y castaños. La Herrería demostró su
resistencia al fuego el año pasado y tiene una gran biodiversidad de flora y
fauna que veremos en nuestra visita el sábado 15 a las 17.30 (curso
ecosistemas escurialenses 2).
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