LA JORNADA PARA LOS NIÑOS DEL BdT ESCORIAL ABIERTO: UN ESPACIO PARA LA CREATIVIDAD

Luis toca el didgeridoo (Foto CC Entorno Escorial)

Unos sesenta niños y casi el mismo número de adultos disfrutaron de diferentes actividades creativas: pintura de camisetas; globoflexia; hacer aviones de papel; crear figuras de barro; actuaciones de música y cuentos; juegos para los más peques.  
  



El viernes 22 de marzo, el salón de actos de la Casa de la Juventud fue el escenario de una jornada divertida y creativa, organizada por el Banco de Tiempo Escorial Abierto. El objetivo del acto fue dinamizar el banco de tiempo y, a la vez, dar una oportunidad de pasarlo muy bien a los niños y sus madres y padres. Se pusieron varias mesas en la sala con las actividades y los niños podían moverse y cambiar de actividad cuando querían. El BdT también organizó una gran variedad de comida y
bebida para todos de forma gratuita a cargo del incombustible Javier.

En una mesa estaba Juan Andrés un experto en aeromodelismo; enseñaba a los niños (y algunos adultos) a crear aviones y helicópteros de papel. ¡De pronto hubo aviones volando por todos partes del salón! En otra mesa la artista Tucha organizó un taller de pintura de camisetas que fue muy popular. Los niños demostraron mucha creatividad en sus diseños y todos lo pasaron muy bien.


Luis Molina fue el encargado de enseñar a hacer animales y otras formas curiosas utilizando los globos. Los colores vivos de los globos y los ruidos cuando explotaron dio bastante animación a la jornada. En la mesa de al lado, Francesc y su pareja montó un par de casitas para los mes peques y también una gran superficie en la pared donde los niños podían pintar al estilo de Jackson Pollock. El muro quedó precioso al final de la tarde. Finalmente, Natalia montó una mesa donde los niños podían jugar con barro y crear cualquier forma que su imaginación inspiraba.
Durante una parte de la jornada hubo dos actuaciones. Primero, Teresa y su asistente contó un cuento sobre el Señor y Señora Ratita y la escoba mágica. Teresa tuvo a todos encantados por su animada y divertida forma de contar, su uso de la música y su capacidad de involucrar a los niños en el cuento. Después Luis Blanco contó el interesante cuento de la loba parda, utilizando su guitarra para animarlo. Luis terminó con un recital con su didgeridoo, un instrumento australiano, que nos encantó.
Durante la jornada, varios miembros del BdT aprovecharon para explicar el funcionamiento del banco de tiempo a los padres y familiares y hubo bastantes nuevas inscripciones a la iniciativa.

En resumen la jornada fue un buen ejemplo del espíritu esencial del Banco de Tiempo Escorial Abierto y del centro social Casa Abierta. Pensamos que, ante esta crisis sistémica y la embestida neoliberal que quiere destruir lo público y lo comunitario, nuestra única opción es apagar nuestros televisores y ordenadores, salir de nuestras casas, conectar con nuestros vecinos y crear una comunidad fuerte. Por supuesto, al mismo tiempo, podemos pasarlo bien y, en el caso de esta jornada, disfrutar de la imaginación y la creatividad de los niños.   

  

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