ARTE Y MEDIO AMBIENTE: ACTIVIDADES DEL PROYECTO SOBRE BIODIVERSIDAD EN LA GALERÍA EDURNE


Fran con sus hortalizas  Foto: Galería Edurne
Durante el verano habrá actividades en el "Espacio Azara" en la Galería Edurne (Av de la Constitución, 52), un proyecto sobre  biodiversidad del artista Fran Felipe que también es  integrante desde hace muchos años de Entorno Escorial. El sábado 13 de julio (18.30) habrá una visita al proyecto de ARBA con explicaciones y un encuentro con el autor y el 24 de agosto se organizará un acto sobre biodiversidad y flora para recordar el incendio de Abantos en 1999. El Espacio Azara es un reflejo de la energía desbordante y la creatividad de nuestro amigo Francisco y contiene una reflexión importante sobre la biodiversidad con viveros de plantas autóctonas, hortalizas y árboles frutales, una huerta, instalaciones, la exposición de videos y preciosas obras sonoras. Es un clarísimo ejemplo de la simbiosis constante entre arte y naturaleza algo que también se puede ver en la obra de otro integrante de nuestro grupo, Paul Davies, que tiene una exposición de pinturas y grabados hasta el 11 de julio (más información).  
 
UN PROYECTO SOBRE BIODIVERSIDAD de Francisco Felipe Figueroa

Variedades de tomates como el "gordo de Patones"
El huerto  Foto: Galería Edurne

Vistas desde la Galería Edurne
Empecé a interesarme por la práctica artística hacia 1979, a partir de la poesía visual y fonética. En 1981 la exposición de múltiples y vídeos de Beuys en la galería Ehrhardt supuso un estímulo para lo que estaba buscando; entre los vídeos me interesó particularmente la acción Kartoffelernte, en la que en octubre de 1977 Beuys se dedicaba a cosechar las patatas que meses antes (la acción Kartoffelpflanzung) había sembrado en el jardín de René Block: cómo un acto cotidiano podía reivindicarse como hecho artístico. La modestia de un acto tan primigenio como procurarse el alimento mostrado en tal contexto suponía, más allá de dotarlo de cualidades estéticas, una puesta en cuestión de lo que se supone que son un acto creativo y una obra de arte, así como su papel en la propia vida de quien practica tales menesteres, y un signo de recuperación del vínculo con la tierra. Para mí esa pieza poseía una cierta conexión con El Ángelus de Millet, ambas con una fuerte carga de carácter social y, en el caso de estos trabajos de Beuys, un planteamiento reivindicativo de índole estético y político. Posteriormente tuve diversas ocasiones de visitar en Berlín el lugar de esas acciones y conocer de cerca más trabajos de Beuys relacionados con el cultivo y la producción de alimentos, conversando con Lucrecia de Domizio al organizar el 2002 la exposición Comer o no Comer (en la que Darío Corbeira había incluido varias de la obras beuysianas relacionadas directamente con la comida) en la que pronunció una conferencia sobre los trabajos que hizo Beuys con ella. Precisamente en la misma galería Edurne se presentó una exposición de obras de Beuys en 1989, el mismo año en que me fui a a Düsseldorf, a la Academia donde él enseñó.


Observando la vegetación de la finca
En 1986, durante un happening del ciclo Vostell. Arte enseña Vida, en el Instituto Alemán Wolf Vostell dio a comer lechugas con raíz a los participantes, comentándonos cómo las verduras guardaban así mejor sus cualidades alimenticias.
También en Comer o no Comer me ocupé de organizar la instalación Todo lo que tiene valor, de Ron Benner, con plantas comestibles del continente americano que vinieron a Europa y otras que cayeron en el olvido. Ron ha venido trabajando en esa y otras instalaciones sobre la pérdida del acerbo etnobotánico y la apropiación estratégica de plantas útiles por multinacionales y organismos gubernamentales de las grandes potencias.

Sembrando lombrices rojas  Foto: Galería Edurne
Viviendo en Alemania admiré en el 2000 la obra de Hans Haacke Der Bevölkerung, para el Parlamento Federal de la Alemania reunificada, tanto por la obra en sí misma, su profundo sentido de relación con la tierra, el significado de la representación democrática y el compromiso ético irreductible del autor con su obra y con la sociedad.
Mirando hacia atrás, pienso que todos esos hitos, entre otros, han contribuido de un modo u otro a mi trabajo con las plantas, la naturaleza, los bosques y el paisaje.
Uno de los temas sobre los que gravita este proyecto expositivo, y buena parte de mi trabajo de las tres últimas décadas, es la Biodiversidad, concepto acuñado por el ecólogo Edward Wilson al igual que el de Biofilia, la pulsión empática que los humanos tenemos con la vida y los seres vivos y la necesidad imperiosa de relacionarnos con ellos. Decía Vostell: “Arte es Vida y Vida es Arte”. Me sigue pareciendo ejemplar la frase de mi profesor en Düsseldorf, Günther Uecker: “El



Arte no puede salvar al ser humano, pero con los medios del Arte se hace posible un diálogo que llama a una acción preservadora del ser humano”.
 

El proyecto que presento en el Espacio Azara se desarrolla en tres ejes confluyentes:
- Un invernadero y huerto con variedades hortícolas tradicionales de la sierra madrileña junto con otras preservadas por pueblos indígenas, mantenidas o recuperadas por colectivos ciudadanos, redes y bancos de semillas, con la posibilidad de ser adquiridas.
- Una colección formada por frutales de variedades tradicionales (en su mayor parte ya minoritarias y en trance de desaparición) junto con diversos patrones de injerto, así como por árboles y plantas autóctonas, incluyendo en peligro de extinción y protegidas que empleamos para reforestar desde hace una década la zona quemada del monte Abantos en campañas con la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, Correcaminos y Entorno Escorial.
- Una instalación y un vídeo relacionados con los incendios forestales del año pasado y hace una década en Robledo de Chavela, junto con un conjunto de obras sonoras.
 

Junto con ello una serie de charlas y mesas redondas sobre Biodiversidad, Soberanía alimentaria y Patrimonio etnobotánico.

El proyecto se enmarca en el contexto del espacio dedicado a Félix de Azara (el gran naturalista aragonés de finales del XVIII que contribuyó al conocimiento de las especies americanas y a sentar las bases de la moderna taxonomía) por medio de una intervención que integra el proyecto en el Espacio Azara de la Galería Edurne. 

El Escorial, junio de 2012

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