¿Qué es la economía social y por qué es importante?:
¿Por qué es importante tratar este tema? ¿Y qué es exactamente
la “economía social”? Primero, hay que empezar con la economía convencional que
en este momento padece no solamente una recesión económica
pasajera sino una crisis sistémica. Nuestro modelo económico, con su constante
empuje para aumentar la productividad laboral y los beneficios empresariales,
deja a millones de personas sin trabajo y en riesgo de exclusión social;
nuestra sociedad de consumo, en vez de satisfacer nuestras necesidades reales,
crea inseguridad y neurosis, debilita los vínculos sociales y destroza el medio
natural.
Sin embargo,
hay esperanza con otro tipo de economía, una economía social basada en las
necesidades reales de los seres humanos y no en las exigencias de un mercado
cada vez más voraz. Jackson (2009), en su libro “Prosperidad sin Crecimiento”,
llama esta forma de organización la “economía de Cenicienta” porque en este
momento está a los márgenes de la sociedad. Su objetivo es “superar las reglas negativas del mercado convencional” para
establecer un mercado alternativo que opere bajo criterios y relaciones
económicas justas.
La economía
social funciona con criterios éticos y ecológicos en vez de criterios puramente
mercantiles, tiende a ser una economía local centrada en una comunidad, fortalece
los vínculos sociales y es una economía con actividades que son sostenibles y
con impactos ambientales bajos o nulos. Además, en vez de crear paro, la
economía social se basa en actividades intensivas en mano de obra, generando
mucho empleo.
Una economía
social puede funcionar con dinero convencional, con monedas locales o con
intercambios de tiempo; también puede englobar el sector “no monetario” del
voluntariado, de las ONG y los movimientos sociales y de las relaciones
informales entre amigos y vecinos. ¿Qué ejemplos concretos hay de una economía
social? Un caso podría ser una panadería ecológica que trata con pequeños
productores ecológicos, grupos de consumo, y consumidores locales preocupados
con un consumo responsable. Otro ejemplo podría ser una cooperativa de
artesanos locales que produce ropa y joyería con criterios ecológicos. Otro
puede ser un banco de tiempo donde hay un intercambio de trabajo entre los
participantes.
Enlaces útiles:
Charla de Tim Jackson: una llamada al realismo
Reseña de su libro “Prosperidad sin crecimiento”
Otros enlaces:
Mercado social:
Mercado social de
Madrid:
Horticultura ecológica:
Los alimentos ecológicos y la
salud:
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