¿LA INTERVENCIÓN HUMANA EN LA NATURALEZA ES SIEMPRE NEGATIVA?

La Dehesa de El Campillo   Foto: Pilar Lacasta
Después de la charla sobre las dehesas de la geógrafa Pilar Lacasta un lector  de este blog ha publicado un comentario extenso e interesante (lo publicamos abajo), criticando duramente nuestra postura. Afirma el escritor anónimo que una dehesa es una forma negativa de "ajardinamiento" de la naturaleza y que hemos cometido un error en nuestra defensa de ella: lo deseable es el asilvestramiento para volver a su estado original, porque un bosque tiene mucha mayor biodiversidad. Primero, recordamos que, en el artículo en defensa de las dehesas declaramos que las amenazas graves a estos "ecosistemas antrópicos" provienen del mismo ser humano: la urbanización salvaje (ej. Ley VIRUS), los campos de golf, la tala de árboles, las plantaciones de pinos, la agricultura intensiva etc. Segundo, estamos de acuerdo que la vuelta de los bosques, que sí ha occurrido en España en los últimos 40 años por el abandono de la agricultura, es algo positivo, pero lanzamos unas preguntas a nuestro lector: ¿Toda acción del ser humano es siempre dañina aunque produzca un paisaje espectacular y a la vez resulte en una fuente sostenible de alimentos y combustible? ¿Qué pasa con la soberanía alimentaria y energética? ¿Tenemos que importar toda nuestra comida y combustible y así exportar nuestra huella ecológica a otros países? ¿Deberíamos dejar morir una sabia cultura milenaria de aprovechamiento sostenible de la naturaleza? Finalmente, nos ofrecemos a organizar un acto sobre el "reasilvestramiento" (Rewilding) en Europa e invitamos a nuestro anónimo amigo a dar una charla o participar en una mesa redonda. Si tienes interés, nuestro correo es entornoescorial@gmail.com.


Comentario recibido el 28 de noviembre:

Anónimo dijo...

Observo con preocupación y perplejidad el contenido del artículo ya que por desgracia no pude asistir a la charla. Se afirma (sin demostración científica) que el asilvestramiento es una amenaza para las dehesas, lo cual es profundamente erróneo y contradictorio.

Estamos ante una crisis ecológica, de funcionamiento de los ecosistemas y de pérdida exponencial de biodiversidad, cuyo fundamental responsable es la actividad humana, y sin embargo todavía hay quienes pretenden convencernos de que es promover y perpetuar la intervención humana en los ecosistemas la solución a su conservación. Es evidente lo contradictorio y el sinsentido del argumento.

Una dehesa no es un ecosistema, en cuanto que sistema natural, espontáneo, autónomo y autosostenible, sino que es un agrosistema, o como dice el artículo un "espacio agrosilvopastoril". Es decir un jardín creado por la intervención humana donde sus elementos han sido seleccionados caprichosamente sin atender al funcionamiento del ecosistema, sino solo para satisfacer ciertas necesidades de la especie humana, y que por sí solo, como un clásico jardín y a diferencia de los ecosistemas, lógicamente no se sostiene. Si una dehesa deja de sufrir la acción humana, empieza a dar pasos para recuperar su equilibrio, acercándose poco a poco a lo que fué en su día: el ecosistema original, el bosque primario mediterráneo, cuyo valor es biológica y culturalmente incomparable al de un jardín. Es un absurdo y es grave desde el punto de vista de la divulgación que se afirme que la salvación de un ecosistema enfermo es más intervención, más ajardinamiento, justamente lo que ha llevado al ecosistema a la situación de amenaza. No, la salvación de las dehesas es precisamente dejar de intervenirlas y alterarlas. Es asilvestrarlas. Es más ecosistema y menos agrosistema, menos jardín.

En este país siempre vamos al revés y este asunto de las dehesas es otro estupendo ejemplo. Mientras desde Europa se afianza la iniciativa del reasilvestramiento (Rewilding Europe) aquí algunos, quizá con intereses, insisten en proponer la intervención humana perpetua como solución a la crisis ambiental. Descabellado.

Para muestra un botón:
http://www.efeverde.com/noticias/el-cambio-climatico-y-el-pasto-en-las-dehesas-dificulta-la-conservacion-de-encinas/

Hubiera sido un buen contrapunto a la charla la asistencia de un ecólogo o un biólogo de la conservación. Me pregunto por qué estos expertos en ecosistemas y en conservación nunca tienen voz cuando deberían tener precisamente toda la atención mediática. Supongo que esto también se debe a intereses.

La investigación, la conservación real y la divulgación deben ir de la mano, de lo contrario corremos el riesgo de despistarnos y considerar que la solución a los problemas de los ecosistemas es perpetuar esos problemas. Y la restauración de los ecosistemas originales, de los bosques primarios no alterados, es una necesidad acuciante.

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