Equo Madrid ha evaluado los resultados en las elecciones europeas y sacado unas conclusiones muy interesantes (ver documento abajo). Además de destacar el desplome del bipartidismo, el auge de la izquierda no tradicional y la presencia de Equo en el parlamento europeo, el análisis da unas claves para los próximos meses, anteriores a las elecciones munipicales y autónomas. El partido ecologista da un fuerte apoyo a los procesos unitarios cuando sean "procesos cooperativos y complementarios", señalando la experiencia de Equo en coaliciones (ej. Primavera Europea con Compromis etc.). En un nuevo escenario pluralista, el primer paso es establecer coaliciones pre-electorales, algo esencial para un partido pequeño con dificultades de llegar al 5% mínimo. Para participar en estos procesos unitarios, Equo subraya la necesidad de tener "primarias abiertas a la ciudadanía más que acuerdos entre siglas". También opina que este partido puede aportar mucho a los programas electorales unitarios, especialmente (aunque no solamente) en temas ambientales. Para la ecología política es esencial proponer políticas urgentes para la gravísima crisis ambiental que padecemos y para asegurar que la salida de la crisis sea real y duradera, con una reconversión del modelo productivo, con empleos verdes y con una nueva fiscalidad ambiental.
“UN TIEMPO NUEVO” UN ESCENARIO POLÍTICO NUEVO Y ESTIMULANTE
(EQUO MADRID)
El desgaste del bipartidismo en España abre un nuevo escenario político
muy estimulante para responder a la crisis en sus tres dimensiones:
económica y social, política e institucional, y energética y ambiental. Los resultados han revelado no sólo el desgaste de los dos principales
partidos por su responsabilidad en la crisis, el desempleo y los
recortes sociales, sino también una crisis de credibilidad en los
partidos y políticas tradicionales y un agotamiento del modelo
institucional de la transición. La presencia de EQUO en el Parlamento Europeo facilitará una mayor
visibilidad de los desafíos ambientales y su incorporación a la agenda
política, hoy ausentes.
ESTA VEZ EL CAMBIO ES POSIBLE, EN VEZ DE LA ALTERNANCIA
De los resultados de las europeas 2014, aunque no se puedan trasladar
automáticamente a las próximas elecciones municipales, autonómicas y
generales en 2015, es fácil concluir que:
1/ El PP (26%) no recuperará sus mayorías absolutas, imprescindibles para gobernar.
2/ El PSOE (23%) estará muy lejos de recuperar el apoyo electoral del pasado que le permitieron formar gobiernos socialistas.
3/ El 20% del voto alternativo obtenido por IU (10%), Podemos (8%) y
EQUO (2%), que ha sido superior al voto socialista en comunidades y
ayuntamientos muy importantes, se podría mantener cuando no
incrementarse, convirtiéndose en decisivo.
Esto significa que el fin del bipartidismo crea un escenario mucho más
plural, con espacios múltiples, para múltiples opciones que pueden ser
complementarias. Así pues, el hecho de que el declive del PSOE haya ido acompañado de un
importante crecimiento electoral de IU, de la espectacular irrupción de
Podemos y de la presencia de EQUO en el Parlamento Europeo, permite
pensar que un escenario probable de desalojo del PP del gobierno central
y autonómicos, podría traducirse en un escenario de cambio y no de
simple alternancia como en el pasado.
LA CLAVE PARA EL CAMBIO ES ENTENDER BIEN LOS PROCESOS UNITARIOS COMO PROCESOS COOPERATIVOS Y COMPLEMENTARIOS
En un escenario más pluralista, la clave para hacer posible ese cambio
es entender y gestionar bien los procesos pre-electorales y
post-electorales, pues sin establecer procesos adecuados de cooperación,
convergencia y coalición, no será posible ni la consolidación, ni el
crecimiento del voto alternativo, ni mucho menos el cambio. Ahora es prematuro tratar sobre las alianzas post-electorales y en su
caso de co-gobiernos multipartidos para desalojar al PP del gobierno
central y autonómicos.
Pero no lo es, sino todo lo contrario, establecer una hoja de ruta acertada respecto a los procesos pre-electorales. Esto es importante para todas las opciones alternativas con resultados
en las europeas, incluidas IU y Podemos, si el objetivo es mantener y
multiplicar resultados. Con mucha más razón lo es para Equo. Si EQUO ha conseguido por primera vez en la historia española una
presencia verde independiente en el Parlamento Europeo ha sido gracias a
una gestión inteligente de las alianzas con Compromís y todos los demás
partidos que han configurado Primavera Europea.
Para el futuro electoral más inmediato, municipales y autonómicas,
considerando los resultados obtenidos por Equo ciudad por ciudad y
autonomía por autonomía, y la necesidad de superar la barrera mínima del
5% para alcanzar presencia electa, la política de EQUO parece que debe
ir enfocada prioritariamente a configurar listas electorales unitarias. Presumiblemente el enfoque unitario deberá ir más dirigido a acuerdos
cooperativos desde los partidos para promover listas ciudadanas elegidas
en procesos comunes de primarias abiertas a la ciudadanía, más que
acuerdos de siglas con procesos electorales de primarias por separado.
Es decir, un enfoque cooperativo más que una mera suma de siglas. Pero
esto es algo que habrá que estudiarlo y acordarlo autonomía por
autonomía, municipio por municipio, aunque un acuerdo federal o una
orientación común entre partidos podría servir como guía general.
También estaría por determinar cómo se articulan en su caso los procesos
comunes de listas abiertas a la ciudadanía para elegir el orden de las
listas y otros asuntos no menores, pero esto es algo para lo cual puede
ser prematuro en estos momentos tener respuestas apropiadas.
Lo principal es tener clara la perspectiva de la apuesta unitaria. Tal
como dicen los Verdes Europeos en el editorial del Green European
Journal post electoral, titulado La hora de la audacia: Si los verdes
quieren jugar un rol clave en este proceso deben también estar
preparados para coaligarse mucho más allá de las fronteras de sus
partidos con todos los que quieren una Europa más democrática y
ecológica.
LA ECOLOGÍA POLÍTICA COMO IDENTIDAD
En todo este proceso cooperativo y complementario el proyecto EQUO, como
expresión indiscutible de la ecología política, es más necesario que
nunca. En primer lugar porque objetivamente la naturaleza de la crisis
energética, climática y ambiental es más grave que nunca y tiene
impactos crecientes, a pesar de que no sea esa la percepción subjetiva
de la gente y de que la agenda ambiental esté desaparecida del debate
político. En segundo lugar porque no habrá salida real y duradera a la
crisis económica y social sin un enfoque ambientalmente responsable.
Así pues ecología política es la razón de ser de EQUO, su rasgo de
identidad más reconocible y su aportación principal, aunque no sea la
única, a los procesos unitarios para el cambio. La puesta en valor de la ecología política no se puede quedar sólo en la
necesaria reiteración de una expresión identitaria, sino que también
debe tener contenido y debe servir para incorporar la dimensión
ambiental a la agenda política:
1/ Apoyando y dando dimensión política a las luchas ambientales, que van
a seguir existiendo: contra las nucleares, el fracking y las
prospecciones y contra las políticas energéticas antisociales e
insostenibles, en favor del ahorro energético, las renovables y la
energía distribuida; contra las agresiones al medio ambiente y a los
animales y a favor de la sostenibilidad ambiental.
2/ Incorporar a los programas electorales unitarios la dimensión
ambiental que se merece, especialmente en las propuestas económicas y
sociales –por ejemplo los empleos verdes, la fiscalidad ambiental y la
reconversión del modelo productivo hacia un modelo sostenible para salir
de la crisis– atendiendo a las propuestas del movimiento ecologista.
MÁS PARTICIPACIÓN Y MAYOR RESPONSABILIDAD A TODOS LOS NIVELES
EQUO deberá también adaptarse al nuevo escenario, corrigiendo sus debilidades para desarrollar mejor todas sus potencialidades. La debilidad principal que se ha puesto de manifiesto en todo el proceso
preelectoral hacia las elecciones europeas, es la falta de
participación de afiliados, simpatizantes en las actividades externas e
internas y en las decisiones de EQUO, que se puso especialmente de
manifiesto en las primarias, con 2.500 votantes de un posible pool de
cerca de 20.000.
Sin embargo, esa participación es ahora mucho más importante que nunca,
debido a la magnitud de los desafíos, a las posibilidades para propiciar
un cambio político profundo y la perspectiva electoral unitaria en la
que EQUO tendrá que desenvolverse. Seguramente que los motivos de la escasa participación son múltiples e
interrelacionados y que la lista sería interminable. Lo más importante
ahora no es tanto añadir o quitar motivos a la lista, sino acertar en
qué debemos hacer para fomentar la participación de nuestros afiliados y
simpatizantes.
En nuestra opinión, es crucial que EQUO sea más visible en la sociedad,
fomentando mucho más la atención de sus afiliados y simpatizantes hacia
la creación de contenidos frente a los debates internos, generando
ilusión e interés en las causas que defendemos, y facilitando una mayor
participación en reuniones, actividades y procesos electorales.
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