EL FARO DE GUADARRAMA NOS RESPONDE SOBRE LAS CARMELITAS

Plano de la Casa de la Campaña  Alberto Salvador

El Faro del Guadarrama ha respondido a nuestra entrada en que criticamos su editorial del jueves pasado. Agradecemos al periódico local su larga respuesta (ver abajo) aunque, lógicamente, no estamos de acuerdo con muchas de sus posturas. Sin embargo, opinamos que el debate siempre es muy positivo especialmente cuando es sobre un tema tan importante como el urbanismo. Ahora, lanzamos a los lectores de este blog (y de El Faro) las siguientes preguntas: ¿es necesario construir nuevas viviendas en San Lorenzo o hay otras alternativas más baratas y ecológicas?; ¿qué tipo de vivienda de protección oficial necesitamos: en régimen de venta o alquiler?; ¿la construcción de estos nuevos bloques dañará el conjunto monumental de San Lorenzo?; ¿debería endeudarse por 750.000 euros el consistorio sanlorentino en la compra del suelo? Finalmente, sería interesante la opinión de un experto en patrimonio histórico para resolver la duda metafísica sobre la Casa de la Campaña que nosotros consideramos parte del monasterio y que está conectada fisicamente con el edificio principal (ver plano). Según el diccionario de la RAE un monasterio es "una casa o convento donde viven en comunidad los monjes." Esta definición incluiría la Casa la Campaña porque entendemos que allí vivieron los monjes trabajadores, de segunda clase (un tipo de vivienda social del siglo XVI). ¿Quién tiene razón?
 
Buenos días a todos,
 
Cuando hablamos de falta de rigor nos referimos, principalmente, a la ridícula “guerra de cifras”, que por otra parte ya protagonizó alguna entrada anterior en vuestro propio blog. Decir que las viviendas van a estar a 10 metros del Monasterio, como se ha afirmado, es falso. Radicalmente falso. Tampoco a 20. Ni siquiera a 100. En todo caso, insisto en que eso no es lo realmente importante, sino que el proyecto en cuestión sea respetuoso con el medio ambiente y con el patrimonio histórico de San Lorenzo. Y parece que en este caso ha superado los informes de la DG de Medio Ambiente y también de la DG de Patrimonio. 
 
De hecho, y es de lo que hablamos en el editorial, la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, a la que en ningún momento hacéis ni una mínima referencia, se pronuncia en este mismo sentido. Por cierto, en el recurso que presentó la Plataforma Ciudadana Escurialense se hablaba de una distancia de “200 metros” al Monasterio, lo que desde luego sí se ajusta más a la realidad. 
 
En la sentencia del TSJM también se habla de la falta de un informe pericial que determine la existencia de un impacto visual, indicando que, al no existir este estudio, cualquier planteamiento en ese sentido es “un alegato subjetivo”, más aún cuando en la zona existen desde hace décadas varios bloques de viviendas con una altura superior a la que tendrían las viviendas, a uno y otro lado de la calle Leandro Rubio, algo que se puede comprobar fácilmente en la propia imagen que ilustraba una entrada anterior publicada en este mismo blog (http://entornoescorial.blogspot.com.es/2014/03/duras-criticas-de-la-plataforma.html), tanto en la zona situada junto a la ermita de Los Alamillos, como en los bloques que, en este caso sí, están junto a la propia Casa de la Compaña. No ignoramos que las viviendas puedan estar a 10, 15, 17 ó 22 metros de la Casa de la Compaña, que efectivamente forma parte del conjunto monumental, pero no es propiamente el Monasterio, igual que no lo es el Real Coliseo Carlos III, la Segunda y Tercera Casa de Oficios o la Casa del Infante. Se trata, en definitiva, de hacer las cosas con sentido común. 
 
Un ejemplo: si llevamos la protección del patrimonio histórico al extremo, los conciertos de las fiestas o los fuegos artificiales en la Lonja del Monasterio, ¿deberían prohibirse? Hay quien entiende que sí. Pero puede que lo mejor y más práctico sea habilitar todas las medidas de seguridad posibles; que el conjunto monumental sea un espacio vivo y no meramente un escenario. En ese mismo sentido, creemos que la construcción de esas 36 viviendas no perjudica al conjunto monumental. Es una opinión, por supuesto, como puede haber otras (de hecho, las hay) bien distintas. Por otra parte, las 36 viviendas de protección, como también se puede observar en esta imagen, se levantarían en su mayor parte en lo que hasta hace unos años era una pista de cemento del colegio de las Carmelitas, por lo que hablar de un jardín histórico parece un tanto exagerado. No afirmamos que la única razón para oponerse sea a este proyecto sea el hecho de que las viviendas sociales molestarían “a los selectos vecinos de esta zona” (es la Plataforma la que habla de “la mejor zona de San Lorenzo”, no ‘El Faro del Guadarrama’); de hecho, entendemos, y así se ha reflejado en distintas ocasiones, que las denuncias que se han realizado se sustentan en criterios medioambientales. 
 
Pero igualmente creemos que esos criterios no se ajustan exactamente a la realidad de la zona y el proyecto en cuestión, y que por tanto también puede haber otro tipo de razones. Por decirlo más gráficamente: “Es que nos van a construir pisos delante de nuestras viviendas”. Esto no significa que ésa sea la motivación que mueve a Entorno Escorial o la Plataforma Ciudadana, pero sí está detrás de algunos particulares, por no hablar de los que ahora se suben al carro de las críticas cuando hasta hace bien poco han mantenido una postura más bien neutra. Esto ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo.Finalmente, me gustaría terminar refiriéndome al inicio de esta entrada: “El Faro del Guadarrama, al servicio de la especulación urbanística”. ¿Un poco atrevido, no creen? ¿El TSJM, que ha desestimado el recurso de la Plataforma Ciudadana, también está al servicio de la especulación urbanística? Me parece un ataque absurdo y, de nuevo, carente de rigor. Una pataleta. Desde ‘El Faro del Guadarrama’ nos hemos hecho eco desde hace años de numerosas denuncias de la Plataforma Ciudadana Escurialense, de Entorno Escorial y de otros muchos colectivos ciudadanos y ecologistas. En algunos casos, como en las históricas demandas de mejoras en Montencinar, hemos apoyado abiertamente la urgente búsqueda de una solución; también compartimos la necesidad de dar una salida al infrautilizado antiguo Cuartel de Voluntarios; pero no entendemos la frontal oposición a este proyecto de VPP en las Carmelitas. Así de simple. Y así lo hemos puesto de manifiesto en nuestras páginas.
Es una opinión, nada más, no ponerse “al servicio de la especulación urbanística”. Personal y profesionalmente resulta agotador leer, cada vez que alguien no escucha lo que le gustaría escuchar, aquello de la “claque mediática local, formada por periodistas que, muchas veces, también reciben honorarios por colaborar en los “periódicos” y demás propaganda de los consistorios”. ¿Tan difícil resulta asumir que esta es una opinión que puede ser tan válida como cualquier otra? Lo deseable, más que entrar en este tipo de acusaciones, es que los vecinos puedan leer una u otras posturas y hacerse su composición de lugar. Y en ‘El Faro del Guadarrama’ creo que Entorno Escorial, la Plataforma Ciudadana Escurialense y otros colectivos siempre han tenido un espacio importante. Otra cuestión bien distinta es que, llegado el caso, se puedan aplaudir o criticar determinados planteamientos.

3 comentarios:

halcyon dijo...

Pues que quereis que os diga, creo q el escrito está bien planteado. y estoy de acuerdo en que las exageraciones (lo de los 10 metros, p. ej.) a veces pueden quitar credibilidad a denuncias como esta.
también leí hace unos días un comentario en elplural.com en el que se comentaba que el los terrenos tenían bastante más valor que los 630.000 euros que el ayuntamiento pagaría por ellos. no sé si hay un estudio que lo pueda determinar, pero sería interesante conocerlo

Enrique Peñas dijo...

En cuanto a la Casa de la Compaña (no "Campaña"), el plano que ilustra esta información no es únicamente de este edificio histórico, sino de todo el Real Centro Universitario Escorial María Cristina (de hecho, la foto está alojada originalmente en la página web del RCU). Pero la Casa de la Compaña propiamente dicha, construida con posterioridad al Monasterio (entre 1590 y 1597), se ciñe más bien al edificio principal de este centro universitario (el situado más cerca del Monasterio, de planta cuadrada, comunicándose con la Galería de Convalecientes a través del Arco de la Compaña), así como a la fachada principal (la fachada sur), que da al Paseo de los Alamillos.
Por tanto, no todo lo que aparece "coloreado" en la imagen es propiamente la Casa de la Compaña.

Por otra parte, las celdas situadas originalmente en este edificio se destinaron entonces a religiosos de órdenes mendicantes y otros huéspedes, pero no a los monjes de la comunidad jerónima del Monasterio.

Entorno Escorial dijo...

Gracias por la aclaración Enrique.