El resultado de la burbuja del ladrillo en San Lorenzo (2000-2007)
Estamos presenciando los primeros pasos de lo que promete ser una ofensiva especulativa en la zona escurialense. La reforma de la Ley del Suelo, con la eliminación de licencias de obras, más el impulso a grandes proyectos de infraestructuras, demuestra la apuesta del gobierno de la Comunidad de Madrid por el ladrillo - que tanta miseria económica y destrucción ambiental ha causado - además de las múltiples tramas de corrupción que siguen manchando nuestra vida pública.
Como en los tiempos de la burbuja, nuestra comarca parece ser el objetivo preferido de los especuladores, favorecido por un aumento de compras de segundas viviendas. La primera señal es la reactivación del proyecto de la variante de la M-600, cuyo único motivo es salvar el fracasado Ensanche de El Escorial y robar suelo urbanizable del monte.
En breve saldrá el nuevo Plan General de El Escorial que seguramente traerá jugosas reclasificaciones. Un probable blanco es la gran franja al sureste de Los Arroyos que va desde la finca de El Cerillo (frente a la estación de Las Zorreras), Navalquejigo (donde ya está activa la constructora Edisan) y el Club del Real Sitio (donde ha habido una tala masiva para la construcción de un gran colector que servirá para las futuras viviendas).
En San Lorenzo, por el momento, hay un silencio. Pero la vuelta del ex-alcalde, José Luis Fernández Quejo, a la Dirección General de Transporte de la Comunidad puede significar la reactivación del viejo plan de desdoblar la M-600 entre la A-6 y San Lorenzo. Y quién sabe qué otros proyectos urbanísticos se están tramando.
Menos mal que, desde hace varios meses, los movimientos sociales de la comarca y de la Sierra estamos trabajando de manera conjunta para hacer frente a estos planes que solo benefician a los propietarios de suelos, los intermediarios y los constructores y que degradará aún más nuestro único patrimonio natural e histórico.
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