El viernes 16 de junio el ingeniero Javier Pulido dio el segundo taller en
la Casa de la Juventud de San Lorenzo de El Escorial. Aquí un breve resumen y
la grabación del acto.
Comenzamos con un repaso sobre conceptos básicos como la conducción de electricidad, la intensidad (amperios) y la tensión (voltios). Luego Javier explicó como la superficie de los paneles FV convierte los fotones de la radiación solar en electricidad. La radiación solar directa es de 1kwh de energía por metro cuadrado, de la cual podemos extraer unos 220 wh por metro cuadrado de un panel fotovoltaico normal. Un panel de un metro cuadrado puede generar 1 KWH (kilovatio hora).
La corriente que producen las placas es continua y, para su uso en casa, hace falta un inversor que la convierte en corriente alterna para las luces, electrodomésticos etc. Hay distintos tipos de inversores, pero lo más común es uno conectado a la red, que automáticamente exporta la energía. También hay inversores ‘híbridos’ que cuestan un poco más pero que pueden mandar la energía a baterías o a la red. Un inversor dura unos 10-15 años y las placas unos 25 años. Cuando hay cortes de luz, se puede utilizar la energía de las baterías, pero no de las placas si no se instala un interruptor especial.
Hay varios tipos de paneles FV. Los más comunes son de células monocristalinas, que suelen ser negros con divisiones, aunque hay placas ‘black’ que no tienen divisiones y tienen un montaje vertical que reduce el impacto de las sombras. Otras placas, con células policristalinos, son azules con divisiones; son más baratas, pero producen menos energía. Los paneles de color teja, que piden las comisiones locales de patrimonio local en la comarca escurialense cuando la cubierta es de teja, cuestan mucho más y son menos eficientes. A la hora de comprar paneles, hay que tomar en cuenta el tamaño, la potencia, la eficiencia, la estética, el precio y la garantía.
El inversor es otra inversión importante y suelen ser de unos 5.000 voltios. Otra opción es los micro-inversores que se montan debajo de los paneles en la intemperie. Son mejores cuando hay sombras porque cada parte del panel funciona de manera autónoma. Un micro-inversor típico tiene un potencial de unos 900 voltios.
Los costes de las instalaciones FV han bajado de manera espectacular en los últimos 10 años – cuestan menos que la mitad y la eficiencia se ha duplicado.
Aquí unas cifras orientativas a la fecha de publicación (21/06/23)
Otra información útil:
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