Noviembre 2020: la destrucción en el Monte Abantos |
Hace casi veinte años las organizaciones ecologistas criticaron la gestión de la Comunidad de Madrid en Abantos tras el incendio de 1999 por utilizar maquinaria pesada y plantar miles de pinos (que murieron casi todos), cuando la regeneración natural habría sido más efectivo, más ecológico y mucho más barato. En 2020 la Comunidad sigue aferrado al mismo modelo anticuado en contradicción a su propio Proyecto de Ordenación. Esta primavera un tractor con desbrozadora destrozó unos árboles autóctonos plantados por asociaciones locales y la Comunidad de Madrid ahora defiende la operación sin complejos. En las últimas semanas se ha utilizado maquinaría pesada para arrasar una gran zona del monte para plantar unos pinos.
El Proyecto de Ordenación del Monte La Jurisdicción (Plan Especial 2015-24) redactado por los ingenieros Álvaro Enríquez de Salamanca y Mª José Carrasco propone fomentar la regeneración natural y el diseminado de especies como el melojo, fresno y arce. Para llevarlo a cabo plantea acotar zonas importantes del monte y reducir la cabaña ganadera. También propone la plantación selectiva de árboles autóctonos.
La plantación selectiva de autóctonos es justo lo que ha intentado realizar ARBA Sierra de Guadarrama y Entorno Escorial desde 2004. Sin embargo, tres veces los árboles han sido desbrozados por operarios de la Comunidad. La última vez fue en mayo pasado. En respuesta a un escrito de Entorno Escorial, la Comunidad ha justificado su acción por la necesidad 'de trabajos preventivos contra incendios'. Tacha la plantación como 'simbólica..., de reducida superficie, escasa planta y mínima eficacia silvícola'. Más vale ignorar el tono de la carta y fijarse en el contenido. El problema no han sido los trabajos preventivos en sí, sino el uso de un tractor con desbrozadora que arrasó todo; solo han desparecido árboles donde entró el vehículo. Además hay que recordar que el lugar de la plantación fue sugerido por la misma Comunidad que también ha plantado árboles en la franja cercana a la pista forestal.
En las últimas semanas, se ha llevado a cabo operaciones en unas 2 ha de monte (encima del Prado Doctor), resultado de la compensación de un particular. En vez de repoblar con frondosos como sugiere su propio plan, la Comunidad ha metido maquinaría pesada para plantar 3.000 pinos (pinaster y laricio). Primero pasó un tractor con desbrozadora que arrasó sin discriminar enebros, retama y jara. Luego entró una enorme retroexcavadora para hacer los hoyos, aplastando más vegetación, compactando el suelo y dejando un paisaje devastado que recuerda la primera guerra mundial. Finalmente, se ha plantado unos retoños de pinos de bastante mala calidad (ver fotos).
En resumen, es evidente que la Comunidad no se fía de sus propios técnicos y sigue con las peores prácticas de la ingeniería forestal comercial de hace muchos años. El Monte Abantos no es un bosque comercial, es un monte público con muchos usos y de un enorme valor ambiental (además de ser cuna de la ingeniería forestal en España). Se merece una gestión más inteligente y más ecológica, la misma que propone el Plan de Ordenación.
Un enebro desbrozado.
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