14 de mayo: En una reunión del miércoles 9 de mayo se formó un grupo de trabajo para establecer un banco de semillas en la Sierra. Para los hortelanos es difícil aceder a las variedades tradicionales y las grandes multinacionales dominan el mercado de semillas. Hace falta
un banco para compartir semillas y plantones entre los huertos de
la sierra y para conseguir y recuperar variedades tradicionales de la zona.
El primero objetivo es más asequible. Se podría organizar encuentros de intercambios de semillas o mercadillos con un precio bajo (para cubrir costes) para las semillas o plantones para la gente que está empezando. El objetivo de recuperar variedades es más complejo y hace falta cuidar mucho que no haya mezcla con otras variedades. Para una colaboración con el Instituto Nacional de Investigación Agraria o el Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos hace falta bastante seriedad.
Pasos a seguir:
1. Formulación del
proyecto (ver abajo). Mandar recomendaciones a los huertos de seleccionar
plantas para semillas.
2. Buscar un lugar para
tener un frigorífico. Se habló de la posibilidad de un centro autogestionado
como Ítaca en Galapagar o Casa Abierta en San Lorenzo.
3. Conseguir un
frigorífico de segunda mano.
4. Buscar colaboraciones
con viveros como lo de La Pedriza y estudiar posibles intercambios. También
asistir a las reuniones en El Matadero del primer jueves del mes donde se reúne
gente involucrada al mundo de las semillas.
5. Organizar un taller en
septiembre en uno de los huertos de la Red de Huertos sobre como limpiar, conservar
y etiquetar las semillas (29/09/12).
6. Organizar un encuentro
de intercambio de semillas en enero 2013.
Foto: El polvorín
Proyecto de banco de semillas:
PROYECTO DE BANCO DE SEMILLAS HORTÍCOLAS DE LA RED DE HUERTOS COMUNITARIOS DE LA SIERRA DE GUADARRAMA
INTRODUCCIÓN
La Red de Huertos y Consumo de la Sierra se constituyó el 18 de
febrero del 2012 en un acto organizado por la Coordinadora Salvemos la Sierra en Villalba. El objetivo principal
de la Red es apoyar a las iniciativas de huertos (tanto colectivos como
particulares) en la Sierra de Guadarrama. En este momento hay huertos
comunitarios en los siguientes pueblos: Villalba, Zarzalejo, Galapagar, Collado
Mediano, Los Molinos, Guadalix de la Sierra, Boalo. En otros pueblos de la zona
también hay proyectos para huertos colectivos o municipales en breve:
Manzanares el Real, Torrelodones, Las Rozas. Establecer un banco de semillas en
la Sierra sería una forma muy útil y practicar de colaborar entre todos.
OBJETIVOS Y MEDIOS DE LA RED EN RELACIÓN A LAS SEMILLAS
El objetivo fundamental es poner
en disposición de los huertos comunitarios semillas y plantones, fomentando el
intercambio y la utilización de variedades tradicionales
Para ello se han diseñado las
siguientes estrategias:
- Encuentros de intercambios de semillas y plantones. A realizar a finales de invierno y primavera
- Creación de un banco de semillas
- Sito en alguna localidad de la Sierra de Guadarrama
- Almacenará excedentes de los diferentes huertos comunitarios
- Almacenará las variedades tradicionales que seamos capaces de recuperar o aquellas que consigamos vía CNRF del INIA
- Poner a disposición de los huertos comunitarios las semillas almacenadas.
- Medios: frigorífico, desecador, higrómetro, fungibles, material de limpieza de semillas, un local donde mantener el frigorífico
- Queda por definir el funcionamiento de donaciones aunque lo más factible sería que el receptor se comprometiera a reintegrar las semillas recibidas y si puede aumentar la cantidad y diversidad de las especies. En principio se piensa en un sistema no monetario.
· Recuperación de las variedades tradicionales hortícolas de la Sierra de Guadarrama.
La Sierra de Guadarrama históricamente ha constituido un espacio eminentemente agrícola hasta hace no mucho tiempo. Prácticamente hasta los años 50 del pasado siglo pervivían unos usos y costumbres rurales en la mayor parte de la comarca. Con el paso del tiempo han cambiado las costumbres y la cultura agrícola está en vías de desaparecer.
Esta forma de
vida se ve muy influenciada por los fenómenos de especulación del suelo. Las
variedades tradicionales o bien han desaparecido o se han sustituido por
selecciones híbridas, de manera que el horticultor ha perdido su capacidad de
cultivar, guardar y sembrar sus propias semillas. Esta situación lleva a los
agricultores a una grave dependencia.
Por otro lado,
como consumidores, que lo somos todos, hemos perdido referencias del sabor de
los alimentos, aunque aún añoramos el aroma y la calidad de algunas variedades
tradicionales.
Recuperar pues
las variedades tradicionales es fomentar el valor de la biodiversidad, un valor
que se fundamenta en el convencimiento de que una reducción de la misma significa
una reducción en los recursos y opciones posibles para responder a futuras
necesidades, además de su consideración estética, ética o de patrimonio
natural.
La diversidad
biológica y la cultural están amenazadas por procesos de globalización basados
en la uniformidad. Por tanto una estrategia de conservación de la diversidad
debe incluir la persistencia de los sistemas agrarios tradicionales, con sus
prácticas, técnicas y saberes.
Cabe resaltar
la importancia de los sistemas agrarios tradicionales como productores y
conservadores de biodiversidad.
Reconozcamos
pues que todas las especies son necesarias, la desaparición de alguna de ellas
es una pérdida irreparable. Pensemos que desde principios de siglo ha
desaparecido el 75% de la diversidad genética de las especies con interés
agrícola.
Por ejemplo,
en 1859 se conocían mas de 1300 variedades de trigo, en 1954 el listado de
variedades registraba 600, en 1984
quedaban 114 mientras que en
1995 solo aparecían 83.
¿Y que ocurre con las plantas
agrícolas tradicionales de la Sierra de
Guadarrama ? Pues que en su mayoría han desaparecido.
Afortunadamente El Instituto
Nacional de Investigación y Tecnología
Agraria y Alimentaria han realizado una serie de prospecciones y se
han recolectado semillas de numerosas variedades. Estas semillas se mantienen
en el banco de germoplasma del I.N.I.A y pueden conservarse allí durante muchos
años.
La intención es recuperar estas variedades tradicionales, especialmente
adaptadas al clima de nuestra comarca.
Una vez conseguidas las primeras
semillas se procederá a la producción diversificada en diferentes huertos para
así evitar hibridaciones. Obviamente se realizaran cursillos de formación al
respecto.
Las semillas producidas se
incorporarán al banco y se compartirán con otras redes de intercambio, como por
ejemplo la red de “Matadero” de Madrid.
Como última estrategia se
pretende coordinar la producción de plantones de manera que diferentes huertos
se “especialicen” y así realizar intercambios más productivos.
Para la difusión y coordinación
de estas estrategias utilizaremos un blog específico y difusión más
convencional cuando sea necesario.
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