04 de mayo (2012): Hace unos días un partido de la oposición en El Escorial, Acción Plural, sacó a la luz un caso de
supuesto nepotismo en que el concejal González Velayos en su papel como consejero
delegado del Metro de Madrid ha dado un trabajo de alto cargo con sueldo de
55.000 euros al año a su cuñado y también concejal, Fernando Preciado. Según la
revista de Acción Plural “compadreo, nepotismo, poca vergüenza y otros términos
más se le ocurren al ciudadano de a pie que tiene que enfrentarse a diario a
las dificultades de la crisis, mientras ve como los políticos que le gobiernan
hacen de su capa un sayo.”
En el contexto de esta noticia es pertinente recordar como el concejal Velayos obtuvo su buen remunerado puesto dirigente en el Metro de Madrid hace unos años. Cuando el joven concejal del PP tomó las riendas de las concejalías de urbanismo y medio ambiente después de las elecciones del 2007, había un tema espinoso en su mesa: el Camino Real en su paso por la finca de La Granjilla. En 2003 los propietarios, la familia Aguirre, habían emprendido acciones legales para cerrar el histórico camino público que pasa por la finca y cerca de la casa principal. La familia Aguirre había ganado el primer juicio pero la Comunidad de Madrid y El Ayuntamiento de El Escorial rápidamente habían interpuesto recursos y se mantuvo abierto el camino pendiente de otro juicio.
Unos meses más tarde, sin
decir nada a nadie, el Ayuntamiento de El Escorial retiró su recurso sobre el
Camino Real y pasó lo mismo con el recurso de la Comunidad dejando vía libre a
los propietarios para cerrar el camino. Pocos meses después en el 2009, el encargado de hacer este gran favor a la
familia Aguirre, Ignacio González Velayos, recibió una gran recompensa con el
puesto de consejero delegado del Metro de Madrid. A pesar de varias
movilizaciones de los grupos locales como Correcaminos y Entorno Escorial, el
Camino Real queda cerrado a cal y canto y el público ya no puede disfrutar del
paseo por los magníficos jardines renacentistas de La Granjilla. Pero ahora el
actual propietario, Santiago Aguirre, sí disfruta de una finca histórica sin
las molestias de unos paseantes plebeyos y el Concejal disfruta de su buen
remunerado alto cargo en el Metro de Madrid.
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