LA MODIFICACIÓN DEL REGLAMENTO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN SAN LORENZO: UN RETROCESO EN LA TRANSPARENCIA Y DEMOCRACIA MUNICIPAL

 

¿El último año de  los Presupuestos Participativos en San Lorenzo?

La modificación del Reglamento de Participación, que ha aprobado el equipo de gobierno de San Lorenzo, suprime elementos de democracia como las encuestas y los referéndums y ‘flexibiliza’ los Presupuestos Participativos para dejarlos bajo su control. No hay un informe para justificar este último cambio, nada sobre los muchos proyectos valiosos que han surgido de la ciudadanía y las asociaciones durante los últimos cinco años. Para Entorno Escorial ya se había visto este retroceso en los Presupuestos Participativos del 2023. Desde hace más de un año, no ha habido ninguna colaboración con nosotros sobre nuestro proyecto (aprobado) para un estudio y campaña de comunidades energéticas (autoconsumo eléctrico compartido). Esto contrasta con el proceso fluido y colaborativo que tuvimos con nuestro proyecto anterior (La ruta de la repoblación de Abantos).

El pasado mes de febrero se ha iniciado el trámite para la citada modificación denominándola “Derogación Capítulo VI del Reglamento de Participación Ciudadana” y ha sido aprobada en el pleno de final de mes. Ese capítulo es el que regulaba los principios y la mecánica de los Presupuestos Participativos, la forma por la que la ciudadanía de San Lorenzo podía proponer y votar democráticamente cómo gastar el 0,5% del presupuesto anual de la corporación. Eso incluía la formación de un Grupo Motor, integrado por personas no implicadas políticamente, que organiza la promoción de la participación ciudadana, la recepción de propuestas, la interlocución con los técnicos municipales que deben validarlas y la votación abierta de las que tengan el visto bueno de su viabilidad presupuestaria. Y una vez designadas las propuestas ganadoras el Grupo Motor se convertía en Grupo de Seguimiento de la ejecución de cada proyecto.

La derogación de ese Capítulo VI significa de hecho la supresión de los Presupuestos Participativos de 2024. Si la justificación de la modificación es, como indica el Informe Técnico del expediente es que, “Dada la experiencia previa y la necesidad de disponer de una regulación clara y concisa al respecto de los presupuestos participativos”, lo menos que se podía hacer es explicar qué experiencias concretas son las que han aconsejado el cambio. Y, por otra parte, si el Reglamento es mejorable, cosa que sin duda lo es, lo lógico sería proponer texto alternativo que regulara la materia de forma clara y concisa. Pero no, la modificación consiste, básicamente, en derogar el funcionamiento de los Presupuestos Participativos ... hasta nuevo aviso. El artículo 40, que regulaba la Audiencia Pública, ha sido sustituido por otro en el que se dice que “El procedimiento para la elaboración de los presupuestos participativos será́ establecido en unas bases que se aprobarán por la Junta de Gobierno Local y que serán objeto de publicidad con antelación al inicio del proceso”. Es decir, quieren tener mano libre para hacer lo que quieran, sin contar siquiera con el Pleno Municipal.

El Reglamento anterior había sido aprobado por unanimidad del Pleno Municipal en 2019. Ahora, con el rodillo de mayoría absoluta de la junta de gobierno municipal, se puede dudar su interés en la participación ciudadana. Un antecedente muy cercano lo tenemos en la Villa de El Escorial. Allí́, el rodillo de la mayoría municipal ha decidido derogar abiertamente los presupuestos participativos a principios de año. En el caso de San Lorenzo parece que no los eliminan, pero de hecho han eliminado su forma de funcionamiento sin sustituirlo por otra forma más ágil.

También resulta revelador el que hayan cambiado los textos de los principios que deben regir la participación ciudadana y que deben ser respetados por los órganos y unidades administrativas municipales. En la nueva definición e principios que rijan los Presupuestos Participativos se omiten otros adoptados en el Reglamento de 2019 como el de Diálogo; Solidaridad Empática; Corresponsabilidad y gestión municipal; o justicia social, sostenibilidad, no discriminación y contra el maltrato, y en concreto el de que “No se tendrán en cuenta las iniciativas o proyectos que hagan distinción o segregación, que atenten contra la igualdad de las personas, y supongan maltrato animal o deterioro del medio ambiente, en los términos señalados por el ordenamiento jurídico.” Si bien se puede alegar que estos principios se pueden dar por supuestos ya que son aplicables a cualquier actuación municipal, no dejaban de dar una señal de su importancia en el ámbito de la participación ciudadana.

Las otras modificaciones del Reglamento consisten en, de hecho, derogar la regulación de funcionamiento de las encuestas y del referéndum (artículos 37, 38 y 39), que estaban establecidas como formas posibles de participación ciudadana, y también la Audiencia Pública (art.40) que era “el encuentro, en una fecha determinada, de las personas responsables municipales con la ciudadanía para informar sobre determinadas actividades o programas de actuación y recoger propuestas de los ciudadanos y ciudadanas.” Así es que lo que se presenta como una modificación del Reglamento para “dotar de mayor flexibilidad al desarrollo de los Presupuestos Participativos” resulta que incluye una reducción de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas a participar en la vida municipal mediante encuestas o asuntos sometidos a referéndum, así como de participar en encuentros públicos y directos en los que los responsables de la gestión municipal deban presentar sus planes o rendir cuentas de los mismos, y escuchar las propuestas de los asistentes.

En conclusión, podemos decir que el Ayuntamiento, o su Junta de Gobierno, no ha explicado por qué ha querido cambiar el Reglamento de Participación Ciudadana, ni tampoco ha presentado un balance de qué aspectos de la actual regulación de los Presupuestos Participativos han funcionado bien y cuáles no. Tampoco ha presentado una regulación alternativa que mejore su funcionamiento, y se ha limitado a derogar el sistema actual, arrogándose la facultad de establecer unas nuevas bases, cuando les parezca y como les venga bien. Y, como tienen mayoría absoluta en el Pleno Municipal, pueden incluso prescindir de él, sin contar siquiera con las opiniones y propuestas del resto de los partidos políticos que representan el 49% de los votos de las últimas elecciones. No nos parece una buena forma de promover la participación ciudadana en la gobernanza municipal.

 

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