5 de julio:
En unas declaraciones recientes el alcalde de San Lorenzo de El Escorial, José Luis Fernández Quejo, se ufanó que el futuro gran “parque empresarial”, en el polígono SAU-2 al lado de la A-6, generará riqueza y “creará un mínimo de 3.000 puestos de trabajo y un máximo de 6.000.”
Estas valoraciones son muy discutibles por varias razones; primero porque el nuevo parque empresarial no va a ser el “polígono industrial” con “industrias ligeras no contaminantes” que se preveía hace diez años, sino un centro comercial para grandes superficies. La mayor parte del SAU-2 (19 hectáreas) va a tener un uso terciario y la parte industrial queda reducida (11 hectáreas) e incluye una gasolinera ya existente. Si pasa lo mismo que en otros polígonos de la zona, como en el P-29 en Collado Villalba y Galapagar, estas zonas “industriales” pronto pasarán a ser comerciales.
Promover una nueva zona comercial en las afueras de Villalba, a unos 14 kilómetros del casco de San Lorenzo, parece más que arriesgado dado la situación actual de los centros comerciales en la Comunidad de Madrid. En un informe reciente, la consultora inmobiliaria Aguirre Newman destacó que la Comunidad de Madrid está ya saturada en superficie de centros comerciales, con una densidad comercial superior a los 475 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes. Otros informes de Aguirre Newman y Jones Lang Lasalle apuntan que hay una desocupación media de locales de entre 17-25% en los centros comerciales de la región que llega hasta el 50% en el caso del centro comercial “Avenida M40”. Actualmente y a pequeña escala, el centro comercial del Zaburdón en San Lorenzo ofrece un aspecto desolador con una zona entera de locales vacíos.
Es obvio que los ayuntamientos de la zona no están al tanto de estas cifras ni de la economía real porque, además del gran polígono del SAU-2 en San Lorenzo, se proyectan nuevos centros comerciales en los siguientes pueblos limítrofes; entre otros en: Collado Villalba (un gran centro comercial en los terrenos de la ITV); Alpedrete (nuevo polígono y ampliación del polígono existente); El Escorial (zona comercial en el nuevo Ensanche). Parece muy lógico preguntar ¿de donde vendrán los clientes para llenar todos estos nuevos centros comerciales y aportar los nuevos puestos de trabajo?
Además, se olvida el gran impacto negativo que tienen los centros comerciales en la economía local y, en particular, en los pequeños comercios; en 2009 alrededor de 20.000 autónomos tuvieron que cerrar su negocio en la Comunidad de Madrid. Se ha calculado que, por cada puesto de trabajo nuevo creado en un centro comercial, se pierden de cinco a siete trabajos en el pequeño comercio y actividades complementarias locales. Los nuevos puestos son de peor calidad mientras que cierran negocios familiares que, en algunos casos, han durado generaciones.
En resumen, en sus previsiones de creación de empleo el alcalde de San Lorenzo ha hecho una operación de “economía-ficción”. Lo que no es ficción son las importantes ganancias que van a recibir los inversores del consorcio totalmente privado por la reclasificación de los terrenos y el gran impacto que va a tener el SAU-2 en una zona de altísimo valor ambiental y paisajístico dentro de la Cerca Histórica de Felipe II y en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
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